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¿Puede la Unión Africana recuperar la iniciativa en Libia?

Unión Africana (UA) [AMANUEL SILESHI/AFP via Getty Images]

Los 12 años de conflicto en Libia siguen siendo un juego exclusivo de, principalmente, los países occidentales, Rusia y algunas potencias regionales, como Turquía. África, de la que forma parte este Estado rico en petróleo, ha sido marginada. Los países africanos y sus instituciones continentales, como la Unión Africana (UA), se han convertido en meros espectadores, mientras el espectáculo de armas y violencia en su país hermano lo dirigen otros. Incluso los principales medios de comunicación internacionales analizan el conflicto desde una perspectiva occidental-rusa, sobre todo después de la invasión rusa de Ucrania.

Esto no se debe al fracaso diplomático africano o a la falta de acción para ayudar a resolver la crisis libia. De hecho, la UA fue la primera respuesta regional a la guerra civil que estalló en Libia en 2011, cuando los rebeldes apoyados por la OTAN derrocaron y asesinaron al coronel Muamar Gadafi.

Un comité de alto nivel de la UA, encabezado por el ex presidente sudafricano Jacob Zuma, visitó Libia en abril de 2011, pocas semanas después de que estallara la violencia, y se reunió con Gadafi en su cuartel general de Trípoli, antes de que quedara reducido a escombros por los siete meses de bombardeos de la OTAN y, más tarde, arrasado por completo. En esa reunión, el gobierno libio aceptó la iniciativa de la UA que pedía un alto el fuego y negociaciones para poner fin al conflicto antes de que se fragmentara en pequeñas guerras ocasionales que aún continúan. Sin embargo, el bando rebelde, instalado en Bengasi, al este de Libia, rechazó la iniciativa de la UA, insistiendo en que sólo negociarían después de que Gadafi se hiciera a un lado y abandonara el país.

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Años más tarde, nos enteraríamos de que la presión occidental, encabezada por Francia, pidió a los rebeldes que rechazaran los esfuerzos de la UA, a cambio de seguir recibiendo apoyo occidental. Después de que el gobierno de Gadafi fuera destruido y la propia Libia se convirtiera en un país caótico y sin ley, la UA intentó de nuevo desempeñar un papel en la búsqueda de una solución política para poner fin a la crisis. Cuanto más se prolonga la crisis libia, más difícil resulta resolverla. Sus repercusiones aún resuenan a través de las fronteras africanas, especialmente en los países del Sahel.

Con el paso de los años, Libia se ha convertido en un refugio seguro para organizaciones terroristas, un centro de contrabando de armas y personas y un atractivo foco de injerencia extranjera, transformando lo que comenzó como un conflicto interno en una guerra por poderes entre fuerzas extranjeras apoyadas por países importantes como Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.

Incapaces de poner fin al conflicto antes de lo previsto, la UA y algunos Estados africanos se centraron en la diplomacia y crearon el Comité de Alto Nivel de la UA para Libia, encabezado por el Presidente de la República del Congo, Denis Sassou-N'huesso. El Comité cree que no se podrá avanzar en la solución libia sin una reconciliación nacional interna inclusiva, que reúna a todas las facciones libias para acordar una iniciativa común para seguir adelante. Recientemente, el Sr. N'guesso criticó lo que denominó "papeles turbulentos" desempeñados por los actores internacionales que alimentan el conflicto en el país.

La UA lleva años presionando a la ONU para que designe a un diplomático africano como enviado del Secretario General de la ONU a Libia, lo que se consiguió el año pasado con el nombramiento de Abdoulaye Bathily, de Senegal, para ese puesto.

Muchos países africanos quieren ayudar a Libia como forma de reconocer la posición de su antiguo líder en todo el continente. El difunto Gadafi era muy respetado en África, gozaba de gran apoyo entre su juventud y fue fundador clave de la UA, que se fundó bajo su liderazgo antes de ser inaugurada oficialmente en Sudáfrica en la cumbre de 1999. Pasó décadas impulsando la unidad africana, con una moneda única, un ejército unificado y programas de desarrollo en todo el continente, muchos de los cuales estaba dispuesto a financiar. Muchos líderes africanos se enfadaron por la intervención de la OTAN en 2011. Al presidente ugandés, Yoweri Museveni, como a muchos otros líderes, no le gustó lo que Museveni llamó el ataque de los "invasores occidentales" a Libia. En 2020, afirmó que los africanos pueden "echar a los invasores" de Libia, incluso por la fuerza. También se mostró crítico con la falta de voluntad de la UA para adoptar una postura más firme sobre Libia.

Sin embargo, muchos creen que es poco probable que dejar Libia en manos de la UA conduzca a algún resultado positivo. La UA ha fracasado a la hora de poner fin a muchos conflictos en África y el ejemplo más reciente es Sudán, donde la UA, hasta la fecha, no ha logrado ningún avance para acabar con los enfrentamientos en Sudán. De hecho, la iniciativa mediadora ya la han tomado Estados Unidos y algunos de sus aliados regionales, en lugar de la UA, de la que Sudán es miembro.

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Si la Unión Africana tiene la voluntad y la capacidad de actuar en Libia, ahora es el momento de que la organización se muestre más activa a la hora de apoyar los esfuerzos de Bathily. Tras su reunión con el Presidente N'guesso, el pasado mes de enero, Bathily afirmó que su anfitrión apoyaba firmemente el "proceso" político en Libia. El Sr. N'guesso volvió a insistir en su interés por la reconciliación en Libia como requisito previo para la celebración de elecciones en el país. Bathily cree que las elecciones podrían celebrarse antes de finales de año. En su primera conferencia de prensa en la misión de la ONU en Trípoli, el pasado mes de marzo, afirmó que no es imposible que se celebren "elecciones" con éxito antes de finales de 2023. También afirmó que es posible llegar a un acuerdo sobre las bases jurídicas de dichas elecciones antes de junio de este año.

La UA aún podría tomar la iniciativa en Libia si actúa con decisión apoyando los esfuerzos de la ONU y tomando medidas sobre las promesas que ya hizo en 2020. Estas promesas incluyen el envío de una misión de investigación de la UA a Libia y la mejora de la oficina de la UA en Trípoli para que sea un canal diplomático más activo, pero hasta ahora se ha hecho poco. Los países de la UA también deben hablar con una sola voz e implicarse en los esfuerzos internacionales para estabilizar Libia, siempre que dichos esfuerzos estén en consonancia con la labor de la ONU. La UA y los Estados africanos a título individual no deben apoyar ninguna postura adoptada por ningún país en Libia que pueda obstaculizar los esfuerzos del Sr. Bathily. También deben ejercer más presión en los salones diplomáticos de la ONU para unir a la comunidad internacional en torno a su hombre: Abdoulaye Bathily.

La UA, si quiere participar, debe estar presente con rigor en cualquier debate sobre cualquier crisis africana, como la de Libia, de lo contrario siempre se la pasará por alto y se la dejará de lado.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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Mustafa Fetouri es un académico y periodista libio. Ha recibido el premio de la UE a la Libertad de Prensa. Su próximo libro saldrá a la luz en septiembre. Puede ser contactado en la siguiente dirección: [email protected]

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