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¿Qué será de la revisión de las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudí?

Representantes de los países miembros de la OPEP asisten a una rueda de prensa tras el 45º Comité Ministerial Conjunto de Seguimiento en Viena, Austria, el 5 de octubre de 2022 [VLADIMIR SIMICEK/AFP vía Getty Images].

El Wall Street Journal informó de que funcionarios saudíes dijeron en privado que el reino podría vender los bonos del Tesoro estadounidense en poder de Riad si el Congreso aprobaba una legislación contra la OPEP.

Mientras que el periódico estadounidense New York Times reveló los detalles de un acuerdo secreto entre Washington y Riad el pasado mes de mayo para aumentar la producción de petróleo de Riad hasta finales de año, pero fracasó tras la visita de Biden a Arabia Saudí en lo que se conoce como la cumbre de los nueve que incluía a los países del CCG, junto con Jordania, Irak y Egipto el pasado mes de julio.

Las causas del conflicto entre EE.UU. y Arabia Saudí no se han disipado ni sus motivos se han desvanecido, ya que siguen existiendo tensiones entre Washington y Riad que se reflejan en declaraciones de funcionarios saudíes y estadounidenses que piden una revisión de las relaciones. La más reciente de ellas han sido las declaraciones de la embajadora saudí en Washington, Reema Bint Bandar Al Saud, durante una entrevista en la CNN, en la que afirma que ve con buenos ojos una revisión de las relaciones entre ambos países por parte de Estados Unidos porque "el reino no es lo que era hace cinco años".

El llamamiento a una revisión de las relaciones con Estados Unidos apenas ha estado ausente en el mundo de la economía, la energía y la política. La conferencia Future Investment Initiative, celebrada en Arabia Saudí, no fue una excepción, ya que se convirtió en una plataforma para debatir las relaciones saudíes-estadounidenses, en presencia de numerosos representantes de empresas e instituciones estadounidenses e internacionales.

La crisis de las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudí estuvo muy presente en los debates y diálogos en los que participaron el ministro saudí de Inversiones, Khalid Al-Falih, el ministro de Energía, el príncipe Abdulaziz Bin Salman, y el director general de Aramco, Amin Al-Nasser. En la conferencia, que comenzó el martes y se prolongó hasta ayer, se discutió la relación saudí-estadounidense desde la perspectiva de los intereses y el conflicto en curso en Ucrania y sus repercusiones en los mercados globales. Cabe destacar que en el último día de la conferencia se discutió la situación y el futuro de China.

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La crisis en las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudí también estuvo presente en la Semana Internacional de la Energía de Singapur, donde el director de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, hizo unas polémicas declaraciones en las que afirmó que el mundo no estaba preparado para renunciar al petróleo ruso y que, tras la decisión de la OPEP+, el mundo ha entrado en una crisis energética global.

Birol insistió en la necesidad del petróleo ruso ante el aumento previsto de la demanda mundial el año que viene, mientras que se espera un pequeño aumento de la producción mundial de gas, pero sólo de los yacimientos recién explorados. El aumento de la producción de petróleo no compensará el petróleo y el gas rusos y no seguirá el ritmo de la creciente demanda mundial.

Arabia Saudí ha duplicado sus exportaciones a Europa hasta alcanzar los 950.000 barriles diarios. A pesar del recorte de la producción de Riad y su compromiso de suministrar petróleo a los mercados asiáticos, sigue empeñado en aumentar sus exportaciones a Europa. Esto significa que la crisis energética no se resolverá pronto, y que Arabia Saudí tendrá la varita mágica para resolverla.

Volviendo a las declaraciones de los funcionarios saudíes y a las filtraciones de la prensa estadounidense, que llevaron la discusión a un nuevo nivel al hablar de la posibilidad de que Arabia Saudí renuncie a las letras del tesoro, estimadas en 121.000 millones de dólares, nos encontramos con que la tensión en las relaciones entre ambos países no ha desaparecido.

Además, la confianza entre la administración Biden y el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman sigue siendo alta a la luz de la aparente ausencia de funcionarios de la Casa Blanca en la conferencia de la Iniciativa de Inversión Futura. Sí se produjo la llamativa presencia de Jared Kushner, el yerno del expresidente estadounidense Donald Trump, ante el inicio de las elecciones complementarias al Congreso de Estados Unidos en noviembre.

Por último, las declaraciones y filtraciones de EE.UU. y Arabia Saudí revelan que las revisiones de las relaciones entre EE.UU. y Arabia Saudí se están llevando a cabo a distancia y a través del correo de los medios de comunicación, los canales por satélite y las conferencias, no a través de los canales diplomáticos. Esto se debe a que ninguna conferencia o mesa es capaz de reunir a la administración estadounidense con los dirigentes saudíes antes de las elecciones al Congreso. Los resultados de las elecciones y cualquier escalada en Ucrania no se espera que contribuyan a proporcionar esta mesa que ha perdido las piernas.

Este artículo apareció por primera vez en árabe en Arabi21 el 27 de octubre de 2022

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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