Un vuelo procedente de Damasco aterrizó ayer en el aeropuerto Habib Bourguiba de Túnez, en lo que constituye el primer vuelo directo entre ambos países desde que estallara la guerra civil siria hace ocho años.
Unos 150 turistas sirios fueron recibidos en el aeropuerto por seguidores del presidente Bashar Al-Assad, que ondeaban banderas tunecinas y sirias para celebrar el restablecimiento de las relaciones entre ambos países árabes.
Túnez, la cuna de la Primavera Árabe, había apoyado a la oposición siria cuando estalló la revuelta contra el régimen de Bashar Al-Assad. Sin embargo, según éste ha ido recuperando el control de la mayor parte del país, ambos gobiernos han ido retomando poco a poco sus relaciones.
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Emiratos Árabes Unidos también anunció ayer que reabriría su embajada en Damasco, lo que supone otro empujón diplomático para Bashar Al-Assad. En un comunicado, el Ministerio de Exteriores emiratí explicaba que el gesto tiene como objetivo normalizar relaciones y reducir los riesgos de interferencias extranjeras en “asuntos árabes y sirios”, en lo que parece ser una referencia a Irán.
La bandera emiratí fue izada en la embajada, que permanecía cerrada desde los inicios del conflicto hace ya ocho años, mientras que el representante diplomático emiratí asumía de nuevo sus funciones.
A lo largo de los últimos meses, una serie de países árabes han emprendido medidas para restablecer relaciones con el régimen sirio. Esta misma semana, el jefe de los servicios secretos sirios Ali Mamluk realizó una visita a El Cairo para reunirse con su homólogo egipcio.
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Este viaje se produjo tan sólo una semana después de que el presidente sudanés Omar Al-Bashir fuese recibido por Al-Assad en Damasco, en la primera visita oficial de un líder árabe desde que estallase la guerra civil en 2011. En un comunicado, Al-Bashir reafirmó la importancia de la soberanía siria bajo su “líder legítimo”.
La semana pasada fuentes diplomáticas revelaron también en que las autoridades argelinas muestran interés en unirse a Irak y al Líbano para invitar al Al-Assad a participar en la cumbre de la Liga Árabe que tendrá lugar en marzo del año que viene, siete años después de que Siria fuera expulsada de este foro. La cumbre, que se celebrará en Túnez, representaría el regreso oficial del régimen sirio a la escena internacional.
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