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Gaza necesita una intervención internacional para evitar otra ofensiva israelí

El humo asciende tras los ataques israelíes en Gaza el pasado 13 de noviembre de 2018 [Ashraf Amra/Apaimages]

Desde el fin de la ofensiva militar israelí en 2014 contra Gaza, que duró 51 días, el territorio costero sitiado ha sido el escenario de incontables incursiones armadas. Cientos de palestinos han sido asesinados o han resultado heridos o mutilados cuando, en teoría, está establecida una tregua. Los países de la región han intentado constantemente presionar a Israel y a las facciones de la resistencia palestina para que cumplan con los términos de la tregua y brinden cierta calma en una de las regiones más volátiles del mundo.

Sin embargo, la atmósfera que envuelve esta semana a los 2 millones de personas en Gaza es similar a la que existía justo antes de que estallaran las ofensivas israelíes de 2012 y 2014. Israel decidió violar los términos del acuerdo alcanzado con la mediación de Egipto y enviar a una unidad encubierta a asesinar a un comandante de Hamás. El ataque sorpresa se descubrió y fue frustrado por combatientes de la resistencia; muchos fueron asesinados cuando las fuerzas israelíes pidieron apoyo aéreo durante su retirada. Un alto cargo israelí también fue asesinado y otro resultó herido. Se sospecha que los israelíes pretendían provocar a la resistencia y demostrar que Israel tiene siempre ventaja. Usama Hamdan, un cargo de Hamás exiliado, dijo que el objetivo de la operación era demostrar que el ejército israelí es capaz de atacar en cualquier momento. Insistió en que Hamás, junto a otras facciones palestinas, no se quedará de brazos cruzados. “Ya hemos dicho que recibiremos la calma con calma, y el fuego con fuego,” añadió.

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Además, según varios análisis, Israel quería perjudicar a Hamás al asesinar a importantes comandantes militar y destruyendo instalaciones. Esto era importante para los israelíes antes de acordar un levantamiento del asedio en Gaza y un intercambio de prisioneros, liberando a prisioneros políticos de las cárceles israelíes a cambio de los soldados capturados en 2014, vivos o muertos.

Los palestinos han sido testigo de la intensificación militar más peligrosa en más de 4 años. Se están preparando para más y, posiblemente, mayores ofensivas. Hasta el momento, Israel ha ejecutado más de 40 ataques aéreos sobre el enclave, destruyendo varios edificios residenciales y las instalaciones de la cadena Al-Aqsa TV, vinculada a Hamás, así como el Hotel Al-Amal. Está claro que Israel ha acumulado una serie de objetivos a lo largo de los años mediante su vigilancia continua.

La respuesta de las facciones de la resistencia llegó rápido; más de 250 proyectiles caseros fueron disparados desde Gaza hacia Israel en represalia por el asesinato de combatientes y civiles. El “Sistema de Cúpula de Hierro” de Israel estaba activado, interceptando los “cohetes” antes de que pudieran caer.

A lo largo de los últimos años, los oficiales hebreos han pedido repetidamente la restauración del “poder de disuasión” de las Fuerzas de Defensa Israelíes, pero el tono ha sido más áspero esta vez, tras los ataques en represalia desde Gaza. Esto coincidió con la publicación de imágenes que mostraban un vehículo militar atacado por un misil anti-tanques en la frontera este de Gaza, resultando en un alto cargo israelí muerto y otro herido. Esto fue un golpe para el prestigio de las FDI, ya que docenas de sus soldados estaban al alcance del misil. Si la resistencia realmente hubiera querido vengarse, habría supuesto una extraña oportunidad, pero fue claramente un mensaje de que los palestinos también pueden empezar y terminar el juego mientras dictan los términos.

En el momento de redactar este artículo, al menos tres civiles palestinos habían sido asesinados y docenas habían resultado heridos debido a los ataques aéreos y los bombardeos israelíes, por no mencionar el pánico causado entre la población, sobre todo entre los niños. No hay búnkers en Gaza donde poder refugiarse, y es una de las zonas más densamente pobladas del mundo; no sin razón es conocida como la mayor prisión al aire libre del planeta. Los palestinos no tienen aviones de guerra, ni tanques, ni buques navales ni artillería pesada con la que defenderse ante el ejército, la armada y la fuerza aérea de Israel, equipadas con la última tecnología y armamento.

A medida que la situación militar continúa deteriorándose, los grupos de la resistencia han formado una sala de operaciones conjuntas para coordinar su respuesta. Ambas partes han hecho amenazas y advertencias. Israel puede propagar el terror, asesinar a escala masiva y causar una incontable destrucción, pero no puede garantizar el poder destruir el espíritu de la “capital de la resistencia”; mientras tanto, los palestinos de Gaza no tienen nada que perder.

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Las condiciones son insoportables, lo que explica por qué tantas personas jóvenes y desarmadas han participado en las manifestaciones de la Gran Marcha del Retorno en la frontera entre Gaza e Israel durante 33 semanas seguidas, desde el 31 de marzo, cuando los palestinos celebraron el Día de la Tierra. Más de 190 palestinos han sido asesinados desde entonces por los francotiradores israelíes, incluidos periodistas, enfermeros e incluso vendedores de alimentos y bebidas. Los manifestantes están armados con hondas y cometas y globos incendiarios. Las manifestaciones se organizaron tras la decisión del presidente de los EEUU, Donald Trump, en diciembre del año pasado de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. Son un verdadero dolor de cabeza para Israel, ya que se han convertido en una guerra de desgaste extremadamente costosa. El gobierno israelíes está dispuesto a llegar a un acuerdo con Hamás bajo sus propios términos y condiciones, pero las alas armadas y políticas del movimiento y las otras facciones de la resistencia han rechazado este acuerdo. Esto explica la frustración de Israel, de ahí la última operación de asesinato y bombardeo en Gaza.

Funeral de un joven de 28 años asesinado por Israel durante las Marchas del Retorno en Gaza, el pasado 6 de octubre de 2018 [Ashraf Amra/Apaimages]

El principal rival de Hamás, Fatah, ha condenado los ataques israelíes en la Franja de Gaza. Un portavoz de Fatah en el territorio, Atef Abu Saif, los describió como “barbaridades” y como una continuación de los crímenes de Israel. Abu Saif enfatizó en que estas ofensivas no quebrarán la voluntad del pueblo palestino. Como gobierno de facto de Gaza, Hamás ha estado en desacuerdo con la Autoridad Palestina, controlada por Fatah, en Ramalá, durante los últimos 12 años. Sin embargo, las declaraciones de Abu Saif demuestran que los palestinos están unidos frente a los ataques indiscriminados de Israel; no hay lugar para recriminaciones y todas las diferencias se dejan al margen.

Ahora lo importante es proteger el frente interno y tener cuidado con los rumores que pretenden debilitar la moral del pueblo en Gaza. Israel lleva años utilizando la Franja como “laboratorio” para probar nuevas municiones y armas contra civiles desarmados y su infraestructura. Los ciudadanos palestinos de Gaza no merecen esto; están cansados de pedir a la comunidad internacional y a la ONU que intervengan y acaben con su sufrimiento, humillación, miedo y aislamiento. Se necesita acción inmediata para evitar la gran ofensiva israelí que podría estar al caer.

 

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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Yousef Alhelou es un periodista palestino establecido en Londres.

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