Scarlett Johansson ha rechazado participar en una película financiada por el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman, según difundieron ayer medios estadounidenses. La estrella de Hollywood iba a representar a la fotoperiodista Lynsey Addario, ganadora de un premio Pulitzer, en un biopic dirigido por Ridley Scott.
Johansson había aceptado el papel, pero cuando tuvo conocimiento de que Bin Salman –conocido popularmente como MBS- se encontraba entre los financiadores, la estrella decidió abandonar el proyecto.
La noticia salió a la luz ayer a través de una entrevista con Addario publicada en el New York Times. Addario explicó que Johansson no quería tener nada que ver con MBS, una vez que se enteró de su implicación en el poyecto. “Scarlett Johansson dijo que de ninguna manera,” reveló Addario. “Dijo: ‘Éste tío está perpetuando la guerra de Yemen. Tiene a mujeres en la cárcel’”.
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La fotoperiodista añadió que el incidente había tenido lugar “antes del asesinato de Khasshoggi, cuándo MBS quiso ser uno de los principales financiadores de la película”.
Ante la pregunta de por qué el príncipe heredero tenía tanto interés en participar en el proyecto, Addario respondió: “No le conocí personalmente. La sensación que tengo es que probablemente él… La película encajaba con su campaña de imagen. Y quería demostrarle a Occidente que le gusta Hollywood, que le gustan todas las cosas buenas de Occidente. ¿Qué si le quiero implicado en esta película? Obviamente, no. Y gracias a Dios que no lo está”.
El posicionamiento de Johansson podría dejar en mal lugar a otras estrellas de Hollywood. El príncipe heredero nutre la ambición de convertirse en una figura importante en Hollywood, como parte de su ofensiva de imagen. En abril, viajó a Hollywood para reunirse con los directores de diversos estudios y con estrellas como Dwayne Johnson (más conocido como “La Roca”) y Oprah Winfrey.
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En un revelador post de Instagram, Johnson implicaba que durante la cena el príncipe heredero había estado bebiendo alcohol. El actor bromeaba que durante su próxima visita a Arabia Saudí se aseguraría de “llevar mi mejor tequila para compartirlo con su Alteza Real y su familia”.
A pesar de los elogios que cosechará Johansson debido a su posicionamiento, vale la pena recordar que en el pasado la actriz ha sido objeto de críticas por alinearse con gobiernos que no respetan los derechos humanos. Hace cuatro años abandonó su papel como embajadora de Oxfam, en medio de la polémica en la que se vio envuelta la estrella por promocionar una compañía israelí que opera en el asentamiento ilegal de Ma’ale Adumim, en Cisjordania.
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