En el siglo XIX, muchos otomanos emigraron a países latinoamericanos en busca de una vida mejor y lograron un éxito significativo en diversos campos, desde la política hasta los negocios, pasando por el arte y la literatura.
Entre 1860 y el final de la Primera Guerra Mundial, se produjeron varias oleadas migratorias del Imperio Otomano a América Latina, y la Segunda Guerra Mundial aumentó aún más el número de personas que emigraron a la región.
Algunos de los inmigrantes fueron recibidos por primera vez por la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil, y aunque tenían la esperanza de ver la Estatua de la Libertad en Estados Unidos, muchos optaron por quedarse en Latinoamérica.
Aunque se les llamó "Los Turcos", algunos inmigrantes árabes, judíos y armenios se opusieron a esta denominación, aunque el término todavía se utiliza comúnmente en la región latinoamericana.
En el mismo periodo, también comenzaron las relaciones diplomáticas y consulares entre el Imperio Otomano y algunos países latinoamericanos.
Se estima que hay alrededor de 30 millones de personas de ascendencia otomana en América Latina, en su mayoría árabes, que llegaron a la región en el siglo XIX con pasaportes otomanos, según algunas fuentes abiertas.
¿Por qué emigró la gente a América Latina?
Entre las razones que motivaron la emigración a América Latina se encontraban las dificultades económicas tras la guerra, los cambios demográficos y las dinámicas internas del Imperio Otomano.
Brasil, Argentina y Chile fueron los países que acogieron a la mayoría de los inmigrantes otomanos, aunque algunos también se establecieron en Honduras, El Salvador y Colombia.
Desde tierras otomanas, aproximadamente 103.000 personas emigraron a Argentina hasta 1920, convirtiéndose así en la cuarta nación que más inmigrantes aportó a este país, después de italianos, españoles y rusos.
La emigración de "Los Turcos" también estuvo influenciada por la evolución política, social y económica de América Latina. Aunque el desarrollo industrial generó riqueza, también creó oportunidades comerciales que interesaron a los inmigrantes de Oriente Medio.
A pesar de esto, las élites latinoamericanas de origen europeo, debido a su pasado colonial, percibieron la llegada de inmigrantes como una amenaza a la identidad de su país. Como resultado, "Los Turcos" sufrieron discriminación cultural y religiosa en los países a los que emigraron.
En 1927, el gobierno mexicano promulgó una ley de inmigración que discriminaba a sirios, libaneses, armenios, palestinos, árabes y turcos.
Tres países de América Latina están actualmente liderados por descendientes de inmigrantes otomanos
Los descendientes de los inmigrantes otomanos han dejado una marca importante en la política, la burocracia, el mundo empresarial y el comercio de la región. Además, han tenido una influencia significativa en la política de países como Argentina, Brasil, El Salvador, República Dominicana, Ecuador y Paraguay.
Entre los líderes actuales de la región con ascendencia otomana destacan Nayib Bukele, presidente de El Salvador y de origen palestino; Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay y de ascendencia libanesa por parte de su padre; y Luis Abinader, presidente de la República Dominicana y de origen libanés.
Figuras políticas anteriores como Michel Temer, ex presidente de Brasil, y Jamil Mahuad, el 41º presidente de Ecuador, también eran de origen libanés. Carlos Menem, presidente de Argentina entre 1989 y 1999, provenía de una familia de origen sirio que había emigrado del Imperio Otomano. Incluso en la actualidad, se puede observar la presencia de los descendientes de los inmigrantes otomanos en diversos ámbitos de la sociedad.
Turcos de fama mundial
Además del comercio y la política, muchos latinoamericanos de origen otomano han alcanzado el reconocimiento mundial en diversos campos, incluyendo el cultural, científico, deportivo, social y artístico.
Entre los más destacados se encuentran la cantante colombiana Shakira, ganadora de 16 premios Grammy, y Salma Hayek, una exitosa actriz, directora y productora.
También figuran otros latinoárabes notables, como Carlos Slim, quien ocupa el octavo lugar en la lista de Forbes de las personas más ricas del mundo, así como los escritores brasileños Raduan Nassar y Milton Hatoum, y el actor argentino Ricardo Darín.
En casi todos los países de América Latina, existen organizaciones culturales y sociales dirigidas por comunidades de inmigrantes de antiguos súbditos otomanos. El ejemplo más destacado es el equipo de fútbol profesional "Palestino" de la comunidad palestino-chilena de Chile, que cuenta con casi medio millón de palestinos de origen.
Además, los palestinos de Chile tienen un influyente grupo de legisladores y políticos que pertenecen a distintos partidos, pero que están unidos en torno a la causa palestina.
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