Las plataformas de las redes sociales estuvieron dominadas por la burla generalizada al presidente del régimen egipcio, Abdel Fattah El-Sisi, al hablar de su "sueño inacabado".
Dirigiéndose a un niño durante un diálogo abierto con los residentes del distrito de Asmarat, Sisi dijo: "solía pasear y ver zonas difíciles, y yo era una persona corriente como vosotros. Si pudiera alcanzarlo, lo haría, y era un sueño, y Dios lo quiso".
Y añadió: "mi sueño no ha terminado, y espero ver a todos los egipcios en las mejores condiciones", señalando que su sueño va por buen camino si los egipcios están en las mejores condiciones.
Sisi prosiguió: "estamos trabajando en la primera fase de 'Vida Decente'; esperamos terminarla, y hay dos fases más. Estamos hablando de 60 millones de personas cuyas vidas queremos mejorar", dirigiendo su discurso a uno de los ciudadanos, diciendo: "¿sabes lo que significa que la casa de una persona tenga unas aguas residuales inhumanas? No estamos hablando de una familia, ni de 100, ni de 1.000, sino de millones, así como de agua potable, electricidad y otras cosas que hacemos".
Las palabras de Sisi llegan en un momento en que los egipcios están atrapados en una espiral de subida de precios y escasez de productos de primera necesidad debido a la importante pérdida de valor de la libra egipcia. En la actualidad, la economía egipcia se encuentra bajo el peso de la deuda y el déficit presupuestario, lo que obliga al Estado a vender sus activos.
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