Tras la condena de Estados Unidos, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio marcha atrás en un plan para permitir el regreso a cuatro asentamientos ilegales abandonados en Cisjordania ocupada, según informaron ayer las agencias de noticias.
A principios de esta semana, la Knesset israelí aprobó la segunda y tercera lecturas de un proyecto de ley para permitir el reasentamiento de colonos israelíes en cuatro asentamientos ilegales de Cisjordania ocupada.
Estados Unidos fue uno de los bloques y organizaciones internacionales que criticaron duramente el plan.
El Departamento de Estado estadounidense convocó al embajador israelí, Mike Herzog, para pedirle aclaraciones sobre la decisión.
"La decisión de la Knesset de anular partes de la Ley de Retirada pone fin a una legislación discriminatoria y humillante que impedía a los judíos vivir en zonas del norte de Cisjordania", decía un comunicado de la oficina de Netanyahu.
"El gobierno no tiene intención de establecer nuevos asentamientos en estas zonas", afirma el comunicado, pero no aclara si los colonos ilegales serán devueltos a los cuatro asentamientos evacuados durante la retirada de 2005.
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