La policía sudanesa ha vuelto a dispersar a miles de manifestantes que salieron a las calles de la capital, Jartum, y de las ciudades de Omdurman y Bahri para protestar contra el "acuerdo marco" firmado entre el ejército y las fuerzas políticas civiles el pasado diciembre.
Las manifestaciones se produjeron por invitación de los Coordinadores de los Comités de Resistencia, formados tras el estallido de las protestas el 19 de diciembre de 2018, que tuvieron el mayor papel en la gestión de las manifestaciones hasta que el ejército derrocó al entonces presidente Omar Al-Bashir el 11 de abril de 2019.
El manifestante Mustafa Saeed dijo: "Salimos contra el acuerdo marco entre civiles y militares, y para exigir represalias y el establecimiento de un Estado civil".
"Nuestras procesiones continúan, y la justicia es una de nuestras demandas más importantes en la gloriosa revolución de diciembre", añadió.
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Según testigos, los manifestantes intentaron llegar al palacio presidencial, pero las fuerzas de seguridad les dispararon granadas aturdidoras y gases lacrimógenos y utilizaron cañones de agua para dispersarlos.
Los manifestantes respondieron lanzando piedras contra las fuerzas de seguridad, según los testigos. Las principales carreteras de Jartum fueron cerradas como consecuencia de las protestas, mientras que las autoridades cerraron el puente que une Bahri con Jartum para impedir que los manifestantes llegaran al palacio.
En Omdurman, las fuerzas de seguridad acordonaron el edificio del parlamento y se desplegaron unidades de seguridad para cerrar el puente de Omdurman, que conecta la ciudad con Jartum.
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