El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado al jefe del gobierno autónomo del enclave español de Ceuta que la existencia de una frontera aduanera entre la ciudad y Marruecos "es una decisión irreversible". El responsable ceutí insistió entonces en la necesidad de imponer un visado a los marroquíes como en el resto de Europa.

Las palabras tranquilizadoras del ministro a Juan Jesús Vivas se produjeron en el transcurso de una reunión celebrada el lunes por la tarde en el Ministerio, en Madrid. La reunión se celebró en el marco de las consultas en curso entre el gobierno español y los gobiernos autonómicos que mantienen relaciones especiales con Marruecos, especialmente por proximidad geográfica como en los casos de Ceuta y Melilla, así como Canarias e incluso Andalucía. Es la continuación de una cumbre celebrada en Rabat los días 1 y 2 de febrero entre los primeros ministros de España y Marruecos, Pedro Sánchez y Aziz Akhannouch, respectivamente. Los acuerdos firmados en la cumbre "consolidan una nueva etapa de confianza mutua".

Albares explicó que el desplazamiento de la frontera entre Ceuta y el resto de Marruecos "será organizado y gradual". También se refirió a las exportaciones de Ceuta a Marruecos que comenzaron el 27 de enero.

Desde el punto de vista de Ceuta, la administración de ese país quiere un comercio organizado y sujeto a condiciones aduaneras, en lugar del contrabando caótico que ha prevalecido. Vivas insistió en la necesidad de seguir exigiendo visado a todos los marroquíes que entren en Ceuta, como en el resto de España y los países europeos. "Imponer la obligación de visado a los marroquíes tiene efectos positivos para la estabilidad de la ciudad en una zona sensible", señaló.

España permitía a los marroquíes de regiones adyacentes como Tetuán, en el caso de Ceuta, y Nador, en el de Melilla, entrar en las dos ciudades sin visado. El acuerdo europeo de Schengen excluía a los residentes de las regiones de Tetuán y Nador de tener que obtener un visado, pero el Gobierno español suspendió esta excepción en mayo de 2021 cuando miles de marroquíes irrumpieron en Ceuta en respuesta a la acogida en España del líder del Frente Polisario, Ibrahim Ghali, para recibir tratamiento contra el coronavirus en abril de 2021.

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Marruecos no rechazó la decisión de España de convertir Ceuta y Melilla en dos centros aduaneros, pero los medios locales afirmaron que Rabat tardó en poner en marcha el proceso. Marruecos se encuentra ahora en una posición crítica porque puso en marcha inversiones en el norte de Marruecos, como el puerto Mediterráneo, para eliminar el contrabando y reducir la actividad del puerto de Ceuta. Efectivamente, ahora se ha tomado una decisión contradictoria.