El arzobispo Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, condenó el viernes los "peligrosos delitos de odio y sabotaje" contra lugares cristianos en la Jerusalén Este ocupada, anunció un comunicado.
Pizzaballa compartió en un comunicado que un ciudadano judío estadounidense irrumpió en la Iglesia de la Flagelación, en la Vía Dolorosa de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y destrozó una estatua de Jesús.
También confirmó que el incidente era el quinto en pocas semanas, señalando que la semana pasada un grupo judío atacó a turistas, convirtiendo la zona en "un campo de batalla".
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"Hace dos semanas, un cementerio cristiano de Jerusalén fue objeto de vandalismo, y en las paredes de uno de los monasterios del barrio armenio se escribieron escritos que pedían la muerte de los cristianos", explicó Pizzaballa.
Y añadió: "Seguimos con gran preocupación y condenamos enérgicamente los crecientes actos de odio y violencia contra la comunidad cristiana en Israel."
Los líderes de la Iglesia han instado repetidamente a las autoridades de ocupación israelíes a poner fin a los "crímenes de odio", pero aún no ha ocurrido nada.
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