El fiscal superior de Líbano acusó el miércoles al juez que investigaba la explosión ocurrida en el puerto de Beirut en 2020, en la que murieron al menos 220 personas, de obstaculizar sus esfuerzos por exigir responsabilidades a los miembros de la élite gobernante.
El fiscal Ghassan Oweidat, que rechazó la decisión del juez Tarek Bitar de reanudar la investigación, ordenó también la puesta en libertad de las personas detenidas en relación con la explosión.
A continuación resumimos cómo se produjo la explosión y los obstáculos que han paralizado la investigación.
¿Qué ocurrió?
Se cree que la explosión se originó en un incendio que arrasó un almacén poco después de las 18.00 horas (1600 GMT) del 4 de agosto de 2020, detonando cientos de toneladas de nitrato de amonio.
Originalmente destinados a Mozambique a bordo de un buque alquilado por Rusia, los productos químicos habían estado en el Puerto desde 2013, cuando fueron descargados durante una parada no programada para tomar carga adicional.
El barco nunca salió del Puerto ya que nadie reclamó el cargamento, que estaba enredado en una disputa legal por tasas portuarias impagadas y defectos del barco.
La cantidad de nitrato de amonio que estalló era una quinta parte de las 2.754 toneladas descargadas en 2013, según concluyó el FBI, lo que aumentó las sospechas de que gran parte de la carga había desaparecido.
La explosión fue tan potente que se sintió a 250 km de distancia, en Chipre, y envió un hongo nuclear sobre Beirut.
¿Quién sabía de la existencia de los productos químicos?
Muchos funcionarios libaneses, entre ellos el Presidente Michel Aoun y el entonces Primer Ministro, Hassan Diab, estaban al tanto del cargamento.
Aoun declaró, tras la explosión, que había dicho a los jefes de seguridad que "hicieran lo necesario" tras enterarse de la existencia de los productos químicos. Diab ha dicho que tiene la conciencia tranquila.
Human Rights Watch afirmó en un informe el año pasado que altos cargos de seguridad y del gobierno "previeron la importante amenaza para la vida... y aceptaron tácitamente el riesgo de que se produjeran muertes".
¿Cómo se ha obstaculizado la investigación?
La élite gobernante del Líbano ejerce una gran influencia sobre el poder judicial, y muchos jueces deben su nombramiento a políticos.
El ministro de Justicia nombró al juez Fadi Sawan investigador poco después de la explosión. Sawan acusó a tres ex ministros y a Diab de negligencia en relación con la explosión de diciembre de 2020, pero entonces se encontró con una fuerte oposición política.
Un tribunal le apartó del caso en febrero de 2021 después de que dos de los ex ministros -Ali Hassan Khalil y Ghazi Zeitar- se quejaran de que se había extralimitado en sus funciones.
Nombrado para sustituir a Sawan, Bitar trató de interrogar a altos cargos, entre ellos Khalil y Zeitar, ambos miembros del Parlamento, del Movimiento Amal del presidente Nabih Berri y aliados de Hezbolá, respaldado por Irán.
Todos niegan haber actuado mal y acusan a Bitar de haberse extralimitado en sus funciones. Los sospechosos inundaron los tribunales con causas judiciales que pedían la destitución de Bitar por supuesta parcialidad y errores, lo que provocó varias suspensiones de la investigación.
La investigación llegó al limbo total en 2022, cuando algunos jueces se jubilaron antes de pronunciarse sobre las denuncias contra Bitar que paralizaban su investigación. Las autoridades no nombraron nuevos jueces, lo que hizo temer que la investigación quedara congelada indefinidamente.
Bitar reanudó su investigación esta semana basándose en un dictamen jurídico, e imputó a funcionarios, entre ellos el general de división Abbas Ibrahim, máximo responsable de seguridad.
¿Qué opina Hezbolá?
Bitar no ha perseguido a ningún miembro del grupo Hezbolá, fuertemente armado. Pero Hezbolá hizo una feroz campaña contra él cuando intentó cuestionar a sus aliados.
En 2021, un funcionario de Hezbolá advirtió a Bitar de que el grupo lo "desarraigaría", y sus partidarios se manifestaron en una protesta contra Bitar que provocó una violencia mortal en Beirut.
Hezbolá ha acusado a Estados Unidos de inmiscuirse en la investigación. El embajador estadounidense lo ha negado.
Tras la explosión, Hezbolá rechazó las acusaciones de que había almacenado armas en el puerto y afirma que no tuvo nada que ver con la explosión. Sus adversarios llevan tiempo acusando al grupo de controlar el puerto, algo que también niega.
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