Un periodista palestino de la ciudad árabe israelí de Umm Al-Fahm fue asesinado a tiros en su coche ayer por la tarde. Según testigos presenciales, dos hombres enmascarados se acercaron al coche en el que estaba sentado Nadal Ijbaria y le dispararon en la cabeza a bocajarro antes de huir del lugar.
Ijbaria fue declarado muerto en el Hospital Haemek de Afula después de que los paramédicos intentaran reanimarlo. Según el Jerusalem Post, las autoridades israelíes están abriendo una investigación sobre el incidente, recogiendo pruebas en el lugar de los hechos y buscando a los sospechosos.
La libertad de prensa según Israel - Caricatura [Sabaaneh/Monitor de Oriente]
En declaraciones al Nuevo Árabe, la familia del periodista ha declarado que responsabiliza a las autoridades israelíes del asesinato, porque el periodista había presentado una denuncia oficial por haber recibido amenazas de muerte. Al parecer, las amenazas se debían a las deudas contraídas por un familiar del fallecido, y la policía estaba al corriente, pero no detuvo a los sospechosos ni impidió el crimen.
"Por desgracia, la policía se muestra inesperadamente inactiva", dijo el padre de Ijbaria, Mohammed. "Siempre acusan a las familias de las víctimas de no cooperar en la investigación para eludir su responsabilidad, pero nosotros les dimos todas las pruebas y todas las amenazas a las que estaban expuestos Nidal y la familia". A pesar del aumento de la delincuencia en la sociedad árabe, no hay ninguna acción israelí para detenerla. Este crimen no será el último porque hemos guardado silencio sobre todas estas calamidades".
Los ciudadanos palestinos de Israel -los que se quedaron durante la Nakba y sus descendientes- constituyen el 20% de la población del país. Los delitos, principalmente los asesinatos, han aumentado considerablemente en las comunidades árabes israelíes, y los sucesivos gobiernos israelíes han hecho poco para solucionar el problema.
El municipio de Umm Al-Fahm condenó el asesinato. Pidió a las autoridades israelíes que tomaran las medidas necesarias para detener y hacer rendir cuentas a los criminales.
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