Cuatro palestinos enfermos, entre ellos tres niños, han muerto en la asediada Franja de Gaza durante el mes de agosto después de que Israel les impidiera salir del enclave para recibir tratamiento, ha declarado una organización palestina de derechos humanos.
El abogado palestino de derechos humanos y subdirector del Centro Al-Mezan para los Derechos Humanos, Samir Zaqout, dijo que desde principios de este año, cuatro pacientes palestinos, entre ellos tres niños, han muerto porque las autoridades israelíes que controlan el cruce de Beit Hanoun en el norte de la Franja de Gaza no les concedieron los permisos necesarios para recibir tratamiento en hospitales fuera del enclave.
"La última víctima de esta prohibición fue un niño de 6 años, Farouk Abu Naga, que murió recientemente como consecuencia del retraso en la concesión de un permiso para cruzar al hospital Hadassah Ein Kerem, en la Jerusalén ocupada, para recibir tratamiento", añadió Zaqout en una entrevista con Quds Press.
Explicó que el niño sufría de atrofia neuronal en el cerebro y, debido a la falta de tratamiento necesario en los hospitales de Gaza, había recibido una derivación médica especial para recibir tratamiento en el hospital Hadassah Ein Kerem. Su solicitud quedó en manos de las autoridades israelíes bajo revisión y, a pesar de la aprobación del hospital, no pudo viajar y finalmente murió.
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Zaqout consideró que Israel era plenamente responsable de la muerte del niño porque, como signataria del Cuarto Convenio de Ginebra de 1949, la potencia ocupante está obligada a prestar asistencia sanitaria a la población de los territorios ocupados.
Añadió que Israel también es parte del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, cuyo artículo 12 afirma el derecho a disfrutar del más alto nivel de salud física y mental.
Zaqout hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que asuma sus responsabilidades legales hacia la población de los territorios palestinos ocupados y obligue a Israel a respetar el derecho internacional; ponga fin a sus continuas violaciones de los derechos de los pacientes palestinos; les permita llegar a los hospitales para recibir un tratamiento adecuado sin ninguna restricción; y ponga fin al asedio de Gaza.
Destacó que la perpetuación de la impunidad anima a Israel a continuar e incluso a intensificar sus violaciones del derecho internacional en su trato con los palestinos en los territorios ocupados.
Denunció el actual asedio a la Franja de Gaza, que ha entrado en su decimoquinto año, y las estrictas restricciones a la libertad de movimiento, especialmente para recibir tratamiento.