Dos establecimientos marroquíes anunciaron el domingo la anulación de su participación en torneos deportivos en Túnez, a raíz de una crisis entre los dos países después de que el presidente Kais Saied recibiera al líder del Frente Polisario, Ibrahim Ghali.
En un comunicado visto por la Agencia Anadolu, la Federación Marroquí de Kárate afirmó que "cancela su participación en el Campeonato de Kárate del Norte de África, que se celebrará entre el 7 y el 11 de septiembre en Túnez", sin explicar el motivo de la cancelación.
Asimismo, el Club de Baloncesto Femenino CODM confirmó en un comunicado "la cancelación de su participación en el Campeonato Árabe de Clubes Femeninos organizado en la ciudad tunecina de Nabeul del 20 al 28 de septiembre próximos", sin mencionar el motivo.
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El sábado, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí dijo que la declaración de las autoridades tunecinas sobre la recepción del líder del Frente Polisario, Ibrahim Ghali, "no ha eliminado la ambigüedad que rodea la posición tunecina, sino que ha contribuido a su profundización".
El viernes, Marruecos retiró a su embajador en Túnez, Hassan Tarek, como consecuencia de la recepción del líder del Frente Polisario por parte de Saied. Marruecos consideró, a través de un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores, un "acto peligroso y sin precedentes".
En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez expresó su profundo asombro con la declaración del Reino de Marruecos y el inaceptable prejuicio mostrado contra la República de Túnez, así como las falacias relativas a la participación del Polisario en la cumbre.
El comunicado subraya que Túnez "mantiene su total neutralidad en la cuestión... en cumplimiento de la legitimidad internacional, lo que constituye una posición coherente que no cambiará hasta que las partes implicadas alcancen una solución pacífica aceptada por todos".
El comunicado señala que "Túnez respetó todos los procedimientos para acoger la cumbre de acuerdo con las referencias legales africanas, y declaró su compromiso con sus relaciones amistosas, fraternales e históricas con el pueblo marroquí."
Por su parte, Rabat insiste en su derecho sobre la región del Sáhara y propone, como solución, una autonomía ampliada bajo su soberanía, mientras que el Frente Polisario, apoyado por Argelia, exige la celebración de un referéndum para determinar el destino de la región.
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