El ex portavoz y asesor cercano del ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu comenzó ayer a testificar contra él en su juicio por corrupción.
En su intervención ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén, con la presencia de Netanyahu, Nir Hefetz, que forma parte de un pequeño grupo de ex ayudantes que se convertirán en testigos del Estado, dijo que Netanyahu era un "fanático del control" cuando se trataba de su imagen pública, y que "su control sobre todo lo relacionado con los asuntos de los medios de comunicación y en sus canales de redes sociales no podía ser mayor".
"Netanyahu dedica al menos tanto tiempo a los medios de comunicación como a los asuntos de seguridad, incluso a cuestiones que una persona ajena consideraría absurdas", dijo Hefetz al tribunal.
Netanyahu, que fue primer ministro durante 12 años consecutivos, pero perdió el poder en junio y ahora es el líder de la oposición, se ha declarado inocente de los cargos de soborno, abuso de confianza y fraude en los casos que se centran en los supuestos favores normativos que concedió a magnates de los medios de comunicación a cambio de una cobertura de prensa positiva y de la recepción ilícita de regalos, incluidos puros y champán.
También proporcionó información clave sobre la relación entre los favores que supuestamente recibió el ex primer ministro y los beneficios que, según los fiscales, dio a cambio a la empresa de telecomunicaciones Bezeq, Shaul Elovitch.
Hefetz dijo que Elovitch concedió a los Netanyahu "el más alto nivel de control" sobre el sitio de noticias Walla, incluyendo "lo que estaría en la página de inicio y cuál sería el titular".
Además, alegó que la esposa de Netanyahu, Sara, había aceptado una costosa pulsera como regalo de dos amigos multimillonarios, el productor de Hollywood Arnon Milchan y el multimillonario australiano James Packer.
Hefetz dejó la carrera de periodismo en 2009 para trabajar como asesor del gobierno de Netanyahu y en 2014 se convirtió en portavoz y asesor de la familia Netanyahu.
Sin embargo, en 2018 firmó un acuerdo para convertirse en testigo del Estado y proporcionar a los investigadores grabaciones de conversaciones con Netanyahu y su familia tras su propia detención.
Netanyahu está enredado en cuatro escándalos políticos: El caso 1000, en el que se acusa al primer ministro y a su esposa de haber aceptado regalos ilegales de empresarios; el caso 2000, en el que se acusa a Netanyahu de intentar comprar una cobertura periodística favorable; el caso 3000, también conocido como el "escándalo de los submarinos", en el que Israel habría comprado buques de guerra y submarinos a una empresa alemana con millones de shekels supuestamente "desviados" de la parte superior de los acuerdos para su beneficio personal; y el caso 4000, en el que se sospecha que un estrecho colaborador de Netanyahu proporcionó información confidencial a la mayor empresa de telecomunicaciones de Israel.
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