Cientos de inmigrantes están atrapados a temperaturas gélidas en la frontera bielorrusa con Polonia, intentando entrar en la Unión Europea, mientras las capitales de la UE y Minsk se acusan mutuamente de provocar la crisis y de poner en peligro vidas.
Polonia y otros Estados miembros de la UE afirman que Bielorrusia anima a los inmigrantes a cruzar la frontera hacia la UE, en venganza por las sanciones impuestas a Minsk por abusos de los derechos humanos, acusación que el gobierno del Presidente Alexander Lukashenko niega.
Las relaciones entre la UE y Minsk se deterioraron bruscamente después de que Lukashenko, en el poder desde 1994, se proclamara vencedor en las elecciones presidenciales del año pasado. Sus opositores, apoyados por Occidente, dicen que la votación fue amañada y organizaron protestas callejeras masivas que las fuerzas de seguridad bielorrusas reprimieron violentamente.
¿Por qué están los migrantes en Bielorrusia?
Grandes grupos de personas que huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio y otros lugares comenzaron a volar a Minsk esta primavera. A continuación, viajan a la frontera con los países miembros de la UE, Polonia, Lituania o Letonia, en taxi, autobús o coches proporcionados por contrabandistas de personas, e intentan cruzar. Si lo consiguen, solicitan asilo en Polonia o se ponen en contacto con familiares o contrabandistas que pueden llevarlos a Europa occidental, el destino final de la mayoría.
La mayoría de los emigrantes recurren a agencias de viajes de Oriente Medio, que se asocian con empresas bielorrusas para reservar paquetes turísticos que suelen incluir visado, vuelo y alojamiento. Las agencias consiguen los visados en los consulados bielorrusos desde Ankara hasta Beirut, que han estado regulando el número de visados emitidos.
A medida que un mayor número de emigrantes se entera de la ruta de Minsk a través de contrabandistas, redes sociales y anuncios en línea, los servicios de la Guardia de Fronteras de Polonia han informado del aumento del número de intentos de cruzar la frontera.
El precio de todo el viaje varía y puede alcanzar hasta unos 14.000 dólares. En octubre, Minsk restringió el número de agencias de viajes en Bielorrusia autorizadas a entregar invitaciones turísticas, y tanto los contrabandistas como las agencias han informado de un aumento de los precios.
¿Cuál es la estrategia de Lukashenko?
Varsovia y Bruselas afirman que Lukashenko está empujando deliberadamente a los inmigrantes hacia la UE en represalia por las sanciones impuestas contra él y otros altos funcionarios bielorrusos, e incluso les ayuda proporcionándoles herramientas para cortar las vallas fronterizas.
Las autoridades polacas han facilitado documentos, como invitaciones oficiales, solicitudes de visado y reservas de hotel, que, según dicen, demuestran el papel desempeñado por las agencias de viajes bielorrusas al invitar a los migrantes a Minsk.
El gobierno de Lukashenko, respaldado por Rusia, ha negado haber fabricado la crisis y culpa a Europa y Estados Unidos de la situación de las personas varadas en la frontera.
¿Cómo están respondiendo Polonia y la UE?
Polonia ha dicho que construirá un muro a lo largo de los tramos de la frontera que son objetivo de los inmigrantes y ya ha levantado una valla de alambre de espino en las partes más vulnerables.
En septiembre, Varsovia también declaró el estado de emergencia en una franja de 3 km a lo largo de la frontera. A principios de noviembre, el Ministerio del Interior dijo que había enviado más policías, guardias fronterizos y milicianos voluntarios a la zona.
La Comisión Europea ha pedido a los demás gobiernos de la UE que aprueben sanciones más duras contra Bielorrusia por el tráfico de inmigrantes y que incluyan en la lista negra a las compañías aéreas que los llevan a Bielorrusia desde Oriente Medio y otros puntos conflictivos.
La Comisión se ha ofrecido a ayudar a Polonia con refuerzos de los servicios de guardia de fronteras de la UE, Frontex, así como a colaborar en la comprobación de los antecedentes de los solicitantes de asilo y los inmigrantes. Varsovia ha dicho, hasta ahora, que es capaz de manejar la situación por sí misma.
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