El lunes, cuando Estados Unidos puso fin a su guerra de 20 años en Afganistán en lo que se considera una humillante derrota, la atención se ha centrado en el futuro del país. Qatar, que desempeñó un papel crucial de mediación entre los talibanes y Estados Unidos, ha advertido contra las medidas precipitadas que pueden empujar al Estado centroasiático a una mayor inestabilidad.
"Si empezamos a poner condiciones y a detener este compromiso, vamos a dejar un vacío, y la pregunta es: ¿quién va a llenar este vacío?". dijo ayer en Doha el ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Sheikh Mohammed Bin Abdulrahman Al Thani, advirtiendo del peligro de aislar a los talibanes.
"Creemos que sin compromiso no podemos alcanzar... un progreso real en el frente de la seguridad o en el frente socioeconómico", continuó Al Thani, añadiendo que reconocer a los talibanes como gobierno no era una prioridad.
Al hablar del papel que está desempeñando Qatar en el Afganistán posterior a la ocupación estadounidense, Al Thani mencionó la necesidad de crear un gobierno inclusivo. "Nuestro papel es instarles siempre [a los talibanes] a tener un gobierno ampliado que incluya a todas las partes y no excluya a ninguna", dijo. "Durante nuestras conversaciones con los talibanes, no hubo ninguna respuesta positiva o negativa", reveló Al Thani, en referencia a las recientes conversaciones entre Qatar y los nuevos gobernantes de Afganistán.
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Al Thani explicó que el aislamiento de los talibanes durante las dos últimas décadas ha conducido a la situación actual y añadió que ahora es necesario extender la buena voluntad y conceder al partido el beneficio de la duda.
Desde que los talibanes tomaron Kabul, ha habido un "tremendo compromiso" en materia de evacuaciones y lucha contra el terrorismo, que ha dado "resultados positivos", dijo Al Thani, añadiendo que las conversaciones sobre la ayuda de Qatar a los talibanes en la gestión del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul estaban en curso y no se había tomado ninguna decisión.
Ningún país ha reconocido a los talibanes como gobierno de Afganistán tras su toma de Kabul el 15 de agosto. Sin embargo, se admite a regañadientes que el grupo representa la mejor esperanza para que Afganistán se recupere, algo que reconoció el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, al hablar junto a su homólogo qatarí.
"Personalmente, creo que no hay forma de evitar las conversaciones con los talibanes... porque no podemos permitirnos en absoluto tener inestabilidad en Afganistán", dijo Maas, advirtiendo que "ayudaría al terrorismo y tendría un enorme impacto negativo en los países vecinos".
Al hablar del reconocimiento de un gobierno dirigido por los talibanes, Mass dijo: "No estamos estudiando cuestiones de reconocimiento formal, sino que queremos resolver los problemas existentes, en relación con la gente en Afganistán, los ciudadanos alemanes, pero también el personal local que quiere abandonar el país".
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