Estados Unidos ha criticado el plan de Israel de mantener intacto el asentamiento ilegal de Eviatar y convertirlo en una base militar. Se esperaba que el puesto de avanzada en la Cisjordania ocupada fuera arrasado porque viola no sólo el derecho internacional sino también la ley israelí, dicen los estadounidenses.
Sin embargo, el gobierno dirigido por el ultranacionalista de extrema derecha Naftali Bennett, uno de los principales defensores de la operación de asentamientos ilegales de Israel, llegó a un acuerdo con los colonos para mantener sus casas móviles intactas y establecer una base para las tropas israelíes.
"Creemos que es fundamental abstenerse de dar pasos unilaterales que exacerben las tensiones y socaven los esfuerzos para avanzar en medidas iguales de libertad, seguridad y prosperidad y en una solución negociada de dos Estados", dijo un portavoz del Departamento de Estado cuando se le pidió que comentara Eviatar. "Esto incluye ciertamente el establecimiento de nuevos puestos de avanzada que son ilegales incluso bajo la ley israelí".
Una fuente familiarizada con el asunto dijo al Times of Israel que Estados Unidos había estado vigilando Eviatar desde su establecimiento a principios de mayo. Washington esperaba que el gobierno de ocupación tomara medidas para eliminarlo, dado que el Ministerio de Defensa reconoció que fue construido sin los permisos adecuados en un terreno que no pertenece a las autoridades israelíes.
Se espera que los funcionarios de la ocupación evacuen hoy a decenas de colonos israelíes de Eviatar tras el acuerdo. Las autoridades de Israel examinarán la situación legal del terreno y, como ocurre invariablemente, acabarán aprobando su uso por parte de los colonos.
Los líderes de la comunidad de colonos se atribuyen la victoria a pesar de la evacuación. Saben que, al final, los hechos sobre el terreno creados por el puesto de avanzada ilegal conducirán a otro asentamiento permanente sólo para judíos en lo que es territorio palestino ocupado.
"Se trata de un plan estratégico", dijo el jefe del Consejo Regional de Samaria, donde se encuentra el asentamiento. "En última instancia, nuestra principal misión es construir la Tierra de Israel y mantener la unidad del pueblo de Israel".
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El gobierno de Biden ha adoptado una postura más crítica con respecto a la operación de asentamientos ilegales de Israel que el predecesor del presidente, Donald Trump, pero no ha hecho nada para detener el insaciable acaparamiento de tierras del Estado sionista. Israel se está apoderando de tierras destinadas a la creación de un Estado palestino, algo que muchos creen que es ya imposible debido a las décadas de construcción de asentamientos ilegales y a la práctica ilegal de Israel de trasladar a sus ciudadanos a ciudades sólo para judíos en la Cisjordania ocupada.