La tensión entre Turquía y la Unión Europea por el Mediterráneo Oriental y la controversia de Ankara con Grecia y los greco-chipriotas se ha intensificado aún más recientemente después de que la Comisión Europea publicara un informe en el que se señalaban las incoherencias entre la política exterior de Turquía y los principios de la UE.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan criticó la reciente cumbre de la Unión Europea, señalando que carecía de elementos para resolver los problemas entre las partes interesadas.
Indicó que la UE estaba sometida a la presión y el chantaje de Grecia y Chipre, a pesar de las buenas intenciones de Turquía, y subrayó que la UE no debía dar prioridad a los intereses insignificantes de algunos Estados miembros sobre otras cuestiones importantes.
Las tensiones alcanzaron su punto más alto después de que un buque turco realizara una investigación sísmica frente a una isla griega; Ankara dijo que la investigación se llevaba a cabo dentro de su plataforma continental.
LEER: Grecia acoge con beneplácito la iniciativa de Turquía para aliviar las tensiones
Grecia afirmó en su momento que las acciones de Turquía violaban el derecho internacional.
En medio del conflicto entre los dos países, la UE amenazó con imponer sanciones a Turquía, mientras que Ankara subrayó que Francia había incitado a Europa en su contra en relación con el expediente del Mediterráneo Oriental.
Recientemente, las delegaciones militares turca y griega llegaron a un entendimiento sobre la creación de un mecanismo militar para resolver el conflicto en el Mediterráneo Oriental, bajo los auspicios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
A menos que se indique lo contrario en el artículo, este trabajo de Middle East Monitor/Monitor de Oriente está bajo licencia Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional. Si la(s) imagen(es) lleva(n) nuestro crédito, esta licencia también se aplica a ellos. ¿Qué significa esto? Para otros permisos por favor contáctenos. 
