Israel "debe levantar inmediatamente" las sanciones impuestas a la Franja de Gaza y permitir la entrada de artículos esenciales, dijo ayer en una declaración el Coordinador Residente y de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Jamie McGoldrick.
En una declaración, McGoldrick dijo: "El deterioro observado en las últimas semanas en la Franja de Gaza es muy preocupante", refiriéndose a las restricciones impuestas por Israel durante la reciente escalada.
Señaló: "Israel ha limitado la transferencia de ciertos bienes al enclave costero bloqueado, ha reducido la zona de pesca permitida y ha impedido las entregas de combustible, incluido el combustible facilitado por la ONU para la única central eléctrica de Gaza".
El funcionario de la ONU añadió: "El 24 de agosto se confirmaron los primeros casos de COVID-19 fuera de las instalaciones de cuarentena", subrayando que esto marcaba "un importante deterioro de la situación sanitaria".
La declaración de McGoldrick se emitió horas antes de que se llegara a un acuerdo entre las facciones palestinas e Israel que permitía el suministro de combustible a la Franja.
"Los cortes de energía en los hospitales están teniendo graves repercusiones, y los pacientes en cuidados intensivos y los casos crónicos y de emergencia son particularmente vulnerables", advirtió McGoldrick.
La falta de electricidad, dijo, socava la infraestructura crítica, "incluyendo el funcionamiento de todos los pozos de agua, estaciones de bombeo de aguas residuales, plantas de tratamiento de aguas residuales y algunas plantas de desalinización". El suministro de agua limpia y el tratamiento de aguas residuales se ven afectados".
"La situación humanitaria en la Franja de Gaza ya es grave", dijo, añadiendo: "Pido a Israel que permita inmediatamente la reanudación del suministro de combustible a la Franja de Gaza, de acuerdo con sus obligaciones como potencia ocupante, para garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población y evitar el colapso de los servicios básicos".
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