Un niño palestino de nueve años ha sido encontrado con una bala en el cerebro después de las celebraciones del Eid Al-Adha que tuvieron lugar el fin de semana, informó el Times de Israel.
El niño, que no ha sido nombrado, fue llevado al hospital por sus padres después de que se quejara de que estaba extremadamente somnoliento. Los exámenes iniciales en el Centro Médico Hadassah de Jerusalén mostraron que el niño tenía una pequeña herida en la cabeza y un pequeño parche de sangre en el pelo.
Un escáner mostró más tarde que una bala se había alojado en su cráneo. El escáner mostró que una bala había entrado en el cráneo del niño de nueve años por el costado, atravesando partes de su cerebro antes de alojarse en la parte posterior de su cabeza.
Guy Elor, el neurocirujano de guardia en ese momento, operó más tarde al joven palestino y fue citado por el Times de Israel diciendo que estaba "sorprendido" por el poco daño que la bala había causado a pesar de atravesar algunas "estructuras cerebrales muy importantes".
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Añadiendo que todo el incidente fue "bastante extraño", porque "nadie en el hospital tenía ni idea de que le habían disparado con un arma". Era un niño de nueve años que tenía un poco de sueño".
También se informó de que los padres no estaban seguros de cómo se había lesionado el niño de nueve años. Según Elor, "la madre informó de que estaba jugando con sus amigos y algo pasó, tal vez algo le cayó encima. La historia no estaba muy clara, pero no había ninguna sugerencia de que le hubieran disparado. Sólo tenía una pequeña herida en la parte superior de su cabeza".
La policía local está investigando la posibilidad de que el joven palestino haya sido alcanzado por una bala que cayó durante las celebraciones de Eid Al-Adha.
A pesar de la experiencia traumática, se espera que el niño de nueve años se recupere totalmente y a partir del domingo estaba despierto y comunicándose con los médicos, según el Times de Israel.
El incidente se produce dos meses después de que una niña palestina de cuatro años fuera asesinada por una bala perdida disparada por un tirador desconocido en Jerusalén.
Rafif Mohammad Qara'een sucumbió a sus heridas a principios de junio tras sufrir un grave daño cerebral después de que una bala le diera en la cabeza mientras su familia se preparaba para el iftar durante el mes sagrado del Ramadán.
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