Las fuerzas de ocupación lanzaron hoy una incursión en la aldea de Beit Iksa, al noroeste de la Jerusalén ocupada, para destruir tierras pertenecientes a una familia palestina local, informó la agencia de noticias Wafa.
Testigos locales dijeron a Wafa que las fuerzas, acompañadas por una excavadora, arrasaron una parcela de tierra perteneciente a la familia Hamayel.
Los residentes describieron cómo los soldados se estacionaron en la zona, sellaron las entradas de la aldea y se apoderaron de los tejados de varias casas cercanas convirtiéndolas en puestos militares de avanzada antes de arrasar la tierra.
Las fuerzas de ocupación siguen imponiendo severas restricciones a los ciudadanos de la aldea, ya que el acceso a Beit Iksa sólo es posible a través de una entrada que es un puesto de control militar israelí.
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A lo largo de los años, las tierras que rodean la aldea y algunas parcelas de tierra propiedad de los aldeanos fueron incautadas para el establecimiento del asentamiento ilegal de Ramot, cuyos colonos acosan regularmente a los palestinos.
Entre 500.000 y 600.000 israelíes viven en asentamientos ilegales sólo para judíos en toda la Jerusalén Oriental ocupada y la Ribera Occidental, en violación del derecho internacional, y los recientes anuncios de expansión de los asentamientos han provocado la condena de la comunidad internacional.
Esto ocurre dos días antes de que el gobierno israelí planee anexar el Valle del Jordán ocupado y los asentamientos en la Ribera Occidental el 1 de julio.
Las estimaciones palestinas indican que el plan de anexión israelí abarcará más del 30% de la Ribera Occidental.
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