Una reunión entre el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el líder del partido Azul y Blanco (Kahol Lavan), Benny Gantz, sobre la formación de un gobierno de emergencia nacional, terminó sin resultado.
Los dos partidos anunciaron, en una declaración emitida después de casi seis horas de conversaciones, que "se reunirán de nuevo el miércoles por la noche después de la festividad judía de la Pascua".
El presidente Reuven Rivlin extendió el plazo de Gantz para formar un gobierno hasta mañana por la noche, tras recibir una carta de Netanyahu y el líder del partido Azul y Blanco, en la que le informaban de los avances tangibles hacia la formación de una coalición.
Rivlin extendió el plazo "ya que los dos partidos están muy cerca de llegar a un acuerdo".
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Los avances se produjeron después de que se suspendieran las negociaciones debido a las controversias sobre cuestiones judiciales y políticas relativas al tamaño y el calendario del proceso de anexión que abarcará una proporción importante de la Ribera Occidental ocupada.
El Jerusalem Post informó el martes que "Gantz aceptó la solicitud del Likud de disolver el Knesset si la Corte Suprema de Israel decidía que Netanyahu no podía formar gobierno", a la luz de los cargos de corrupción en su contra.
Israel ha celebrado tres elecciones en menos de un año y no ha podido formar un gobierno de coalición, ya que los dos partidos principales siempre se han quedado cortos en cuanto al número de escaños necesarios para dirigir la nueva Knesset.