Al menos 143 personas en Irán han muerto desde que estallaron las protestas a principios de este mes por la decisión del gobierno de aumentar los precios del combustible, dijo ayer Amnistía Internacional, según informó la Agencia Anadolu.
La organización de derechos humanos dijo en un informe que cree que la cifra de muertos es significativamente mayor y continúa investigando.
Pidió a la comunidad internacional que condene el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad iraníes.
"La respuesta cautelosa y silenciosa de la comunidad internacional al asesinato ilegal de manifestantes es lamentablemente inadecuada", dijo.
"En muchos casos, las autoridades iraníes se negaron a devolver los cuerpos de las víctimas a sus familias y, en algunos casos, las fuerzas de seguridad retiraron los cadáveres de las morgues y los transfirieron a lugares desconocidos".
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El uso de armas de fuego causó la mayoría de las muertes, según la organización.
Las manifestaciones estallaron en Irán el 15 de noviembre después de que el gobierno impuso el racionamiento de gasolina y aumentó los precios del combustible en al menos un 50%.
Al menos 100 bancos y decenas de tiendas se incendiaron durante las protestas, dijo la agencia de noticias semioficial Mehr, citando a funcionarios de seguridad.
Aunque no hay cifras oficiales, la agencia de noticias Fars dijo que más de 1.000 manifestantes han sido arrestados.
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