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Política contra peregrinación: Algunos musulmanes piden el boicot al Hach saudí

Los peregrinos musulmanes del Hach giran alrededor de la Kaaba en Masjid al-Haram en La Meca, Arabia Saudí, el 2 de agosto de 2019. [Halil Sağırkaya - Agencia Anadolu]

Mientras millones de musulmanes visten túnicas y acuden en masa a La Meca para realizar el Hach, un pequeño movimiento para boicotear la peregrinación ha ganado un apoyo limitado en internet, como protesta por las políticas de Arabia Saudí, según informa Reuters.

Aunque los números se ven eclipsados por los 1,8 millones de musulmanes que llegaron a La Meca para el Hach el viernes, más de 100 musulmanes de Australia a Tanzania están contribuyendo al hashtag de Twitter #boycotthajj, en respuesta al historial político de Arabia Saudí.

Entre las principales preocupaciones, citan su papel en la guerra en Yemen, la postura sobre los derechos humanos y el trato desigual de las mujeres.

“#Boycotthajj es una discusión importante para los musulmanes. Se trata de ser crítico y reconocer las atrocidades que el régimen saudí comete contra otros musulmanes”, dijo en Twitter Mariam Parwaiz, médico de salud pública en Nueva Zelanda.

Para Ella, asistir al Hach ahora sería incompatible con las obligaciones más generales del Islam de enfrentar la injusticia.

"Es la política exterior saudí y la naturaleza opresiva de la sociedad saudí lo que me detiene", dijo la académica británica de 28 años a la Fundación Thomson Reuters.

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"No soy yo quien dice que no quiero ir, me encantaría poder cumplir con mi obligación religiosa. Pero mientras eso signifique ser cómplice de la violencia, no lo haré".

Una coalición respaldada por Arabia Saudí ha librado una guerra en Yemen desde 2015 y los trabajadores humanitarios dicen que unos 24 millones de personas, casi el 80% de la población, probablemente necesitarán asistencia humanitaria en 2019.

El reino del Golfo también enfrenta un mayor escrutinio sobre su historial de derechos humanos, después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi el año pasado por agentes saudíes.

Y las mujeres, que han ganado algunos derechos de alto perfil, enfrentan un aluvión de controles masculinos en este reino socialmente conservador.

Riad ha instado a los musulmanes a centrarse en la adoración, no en la política.

Un funcionario saudí desestimó el boicot como "imprudente" y dijo que su pequeño número de patrocinadores contrastaba con el hecho de que más peregrinos optaban por visitar La Meca cada año, y los países buscaban cuotas de Hach cada vez mayores.

"Esas personas están tratando de politizar el Hach", dijo a la Fundación Thomson Reuters. “El Hach va por separado. El Hach no tiene nada que ver con todo esto, éste es un viaje espiritual".

Demasiada libertad de expresión en Arabia Saudí – Viñeta [Sabaaneh/MiddleEastMonitor]

Riad buscaba "soluciones políticas" en Yemen, dijo, y "presenciaba un cambio considerable" en los derechos de las mujeres.

Se supone que todos los musulmanes físicamente capacitados deben realizar el Hach al menos una vez en su vida y Arabia Saudí se enorgullece de su papel como guardián de los lugares más sagrados del Islam.

También considera el Hach un punto clave para expandir el turismo y alejarse de una dependencia económica del petróleo, y el Hach genera miles de millones de dólares en ingresos para el reino.

Algunos partidarios del boicot dijeron que no quieren que su dinero vaya a un gobierno cuyas políticas aborrecen.

Ella, que prefirió no usar su nombre completo, dijo que había notado un "cambio real" en su generación, que se niega a divorciar la política saudí de la fe.

"Se nos pide mucho más encarecidamente que nos comportemos de manera ética y que nos opongamos a la opresión ... que ir al Hach".

El gobernante de facto, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, fue elogiado después de tomar el poder en 2017 por relajar las restricciones sociales.

El reino anuló la prohibición de conducir impuesta a las mujeres y a principios de este mes tomó medidas para debilitar el sistema de tutela masculina, un elemento clave para restringir la autonomía femenina.

El ministerio a cargo del Hach dijo que la cantidad de peregrinos internacionales había aumentado un 5% este año en comparación con el año pasado y que Arabia Saudí no "prestó atención a las peticiones maliciosas o las campañas de los medios de comunicación que buscaban perturbar el Hach", dijo el funcionario.

Para Elisabeth Kendall, investigadora principal en Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Oxford, era improbable que el boicot ganara mucha fuerza, ya que la creciente población musulmana del mundo ahora se calcula en 1.800 millones de personas.

"En primer lugar, el Hach es un deber de todos los musulmanes a realizar al menos una vez en sus vidas, si tienen los medios físicos y financieros para hacerlo, si uno está de acuerdo o no con las políticas del régimen saudí es irrelevante".

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Otros tienen una opinión diferente.

"Los musulmanes deberían boicotear el Hach, porque hacerlo solo alimenta al régimen", dijo Ani Zonneveld, presidenta de Muslims for Progressive Values, una organización sin ánimo de lucro con sede en los Estados Unidos.

"(Ellos) solo contribuirán a la devastación y al hambre del pueblo yemení, fortalecerán al mismo régimen que ha encarcelado a muchas mujeres y defensores de los derechos humanos".

Para el maestro Sohaib El-Nahla, hablando por teléfono desde La Meca, "el Hach es el viaje de toda una vida" sin ningún vínculo con la política.

"Desde nuestro entendimiento, el Hach es una invitación divina a los recintos sagrados", dijo El-Nahla a la Fundación Thomson Reuters.

"Boicotear el Hach para un musulmán sería lo mismo que aplicar un boicot a su propia religión y su propia espiritualidad".

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