La fiscalía francesa dijo el martes que estaban presionando por la suspensión de la pena de seis meses para la hija del rey de Arabia Saudí, mientras iba a ser juzgada in absentia en un caso relacionado con la paliza a un trabajador en su apartamento de lujo en París, informa Reuters.
La princesa Hassa bin Salman está siendo juzgada por cargos de complicidad de violencia con un arma y complicidad por secuestrar a un artesano de origen egipcio, que estaba realizando reparaciones en la residencia de su padre en la exclusiva Avenue Foch en septiembre de 2016.
Según la acusación, vista por Reuters, el trabajador Ashraf Eid dijo a la policía que el guardaespaldas de la princesa le ató las manos, le dio un puñetazo y una patada y lo obligó a besar los pies de la princesa después de que ella lo acusara de grabarla en su teléfono móvil.
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El fiscal francés en el caso solicitó que el guardaespaldas recibiera una suspensión de la pena de ocho meses y que tanto él como la princesa pagaran una multa de 5.000 euros (5.602 dólares).
La princesa, hermana del príncipe heredero Mohammed bin Salman, ha negado cualquier delito. En noviembre de 2017 se emitió una orden de arresto internacional contra ella. El guardaespaldas también negó haber cometido algún delito.
Ni ella ni el trabajador que dijo que fue golpeado asistieron al juicio el martes.
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