Se ha informado que Arabia Saudí canceló la sentencia de muerte dictada contra una adolescente, Murtaja Qureiris, ahora de 18 años de edad, quien encabezó las protestas contra el gobierno a la edad de 13 años, dijo un funcionario saudí de Reuters.
La fiscalía saudí buscó la pena de muerte para Qureiris, de 18 años, por presuntamente cometer una serie de delitos, incluida la participación en manifestaciones contra el gobierno. Algunos de los cargos se remontan a cuando tenía unos 10 años.
Los activistas, incluida la organización de derechos humanos europeo-saudí que ha estado siguiendo su caso durante años, dijeron que el niño no sería ejecutado y que podría ser liberado para 2022.
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Qureiris recibió una sentencia inicial de 12 años de prisión con el tiempo cumplido desde su arresto y cuatro años de suspensión por su corta edad, según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
Lynn Maalouf, directora de investigación de Oriente Medio de Amnistía Internacional, dijo que los informes de que Qureiris no se enfrentará a la ejecución son un alivio para él y su familia. Sin embargo, es vergonzoso que las autoridades saudíes exigieran la pena de muerte para una persona que fue arrestada a la edad de 13 años.
"El uso de la pena de muerte contra personas menores de 18 años en el momento de cometer el delito es una flagrante violación del derecho internacional", dijo Maalouf.
En abril, Arabia Saudí ejecutó a 37 personas, la mayoría de las cuales pertenecían a la minoría chiíta del país. Las Naciones Unidas dicen que algunas de las víctimas eran menores cuando fueron arrestadas.
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