El Movimiento de Resistencia Islámica Palestina, Hamás, ha culpado a Israel por todas las posibles repercusiones del ataque de sus soldados y colonos a la mezquita de Al-Aqsa y a los fieles de su interior.
"La ocupación israelí debe asumir la responsabilidad de las repercusiones de sus violaciones en la mezquita de Al-Aqsa, que llevaron a una oleada de protestas en la que el pueblo palestino expresó su enfado por las medidas israelíes en el Noble Santuario", dijo Hamás. "El asalto y las redadas actuales en Al-Aqsa por parte de las fuerzas de ocupación y los colonos israelíes solo harán que el pueblo palestino esté más decidido a defender la mezquita y preservar su santidad".
La declaración del movimiento describió a Israel como una entidad racista sin respeto por los seres humanos, las religiones o los lugares sagrados. "Los repetidos ataques contra Al-Aqsa reflejan la realidad agresiva y extremista del estado sionista", agregó Hamás, "negándose a afirmar que es un estado democrático que respeta las libertades".
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