Miles de manifestantes se reunieron pacíficamente en Argel tras las oraciones del viernes, cantando "¡No nos callaremos!" y exigiendo la salida de la élite gobernante de Argelia un mes después de la caída del presidente Abdelaziz Bouteflika.
Semanas de manifestaciones obligaron a Bouteflika a abandonar el cargo el 2 de abril, después de 20 años en el poder.
Los manifestantes han continuado con las manifestaciones masivas todos los viernes, exigiendo que otros miembros de la élite del país también cedan.
Solicitan la renuncia del presidente interino, Abdelkader Bensalah, en el cargo durante 90 días hasta las elecciones del 4 de julio, y del primer ministro Noureddine Bedoui, nombrado por Bouteflika días antes de que renunciase.
"Debéis iros" y “Ladrones, habéis destruido el país", rezan las pancartas que sostienen los manifestantes.
Mano dura contra el fraude
El ejército sigue siendo la institución más poderosa de Argelia, habiendo controlado la política en la sombra durante décadas.
Hasta ahora, ha supervisado pacientemente las protestas, en su mayoría pacíficas, que a veces han albergado a cientos de miles de personas.
El miércoles, el jefe de Estado Mayor del ejército, el teniente general Ahmed Gaed Salah, el cual ayudó a expulsar a Bouteflika tras declararlo no apto para el cargo, dijo que el ejército garantizaría que el país no caiga en la violencia, informó la televisión estatal.
Salah dijo que las continuas marchas mostraron que había consenso acerca de cómo salir de la crisis, informó la televisión estatal.
A principios de semana, Salah había dicho que varios casos importantes de corrupción saldrían a la luz en una campaña contra el fraude.
Varias figuras de la élite gobernante, incluyendo el ministro de Finanzas, el ex primer ministro y varios empresarios ricos, han sido investigados en las últimas semanas.
'El diálogo es el único camino'
El partido gobernante del Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia aprobó el enfoque de Salah e instó a los manifestantes y partidos de la oposición a continuar el diálogo para poner fin a la crisis.
"Apreciamos el liderazgo del ejército por su armonía con la gente", dijo el recién elegido líder de FLN, Mohamed Djemai, en comentarios televisados.
"El diálogo es la única manera de salir de esta situación".
Djemai, un empresario de 50 años, reemplazó a Moad Bouchared el martes como jefe del FLN, que ha gobernado el país desde la independencia de Francia en 1962.
Las protestas masivas estallaron el 22 de febrero para exigir la salida de toda la élite gobernante, incluido el FLN.
"Sentimos dolor y algunos miembros del partido lloran cuando escuchamos 'FLN, vete", dijo Djemai, refiriéndose a un eslogan comúnmente cantado por los manifestantes.
"Pedimos perdón a la gente si hemos cometido errores".
Vía Arabia.Watch