Los ciudadanos palestinos de Israel que viven en la ciudad de Rahat, en el desierto de Néguev, iniciaron una huelga general para protestar contra la política de demolición de las autoridades israelíes contra la ciudad.
Las autoridades israelíes demolieron el miércoles seis casas pertenecientes a la familia Al-Atayqa en Rahat, bajo el pretexto de que fueron construidas sin obtener los permisos de construcción.
Israel impone severas restricciones a las ciudades palestinas en el desierto de Néguev y en otras áreas, como no otorgarles los permisos de construcción necesarios, lo que obliga a los residentes a construir nuevas viviendas y ampliar las estructuras existentes sin permisos.
Las autoridades han estado demoliendo estructuras en aldeas árabes "no reconocidas" en el Néguev y reubicando por la fuerza a los residentes, en un intento de confiscar sus tierras estimadas en cientos de miles de dunums, como parte de un plan para judaizar el desierto del Néguev y construir nuevos asentamientos allí.
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Según el Ministerio de Seguridad Pública de Israel, desde 2016 hasta finales de 2017, Israel ha demolido 2.200 instalaciones palestinas en el Néguev (Naqab).
Unos 240.000 árabes viven en el desierto del Néguev, la mitad de ellos en aldeas y comunidades residenciales que existieron durante cientos de años; sin embargo, Israel se niega a reconocer su propiedad de la tierra o les proporciona servicios básicos como agua y electricidad.
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