Los intelectuales y periodistas egipcios han pronosticado el estallido de una segunda ola de "Primavera Árabe" que salvaría a Egipto y a los países de la crisis árabe de las situaciones de deterioro. En particular, elogiaron los movimientos sudaneses y argelinos y subrayaron a través de las redes sociales que las políticas de opresión que se han extendido en los países que habían presenciado la primera ola de la "Primavera Árabe" eventualmente darían lugar al estallido de nuevas revoluciones. Esto hace sonar las campanas de advertencia en países árabes como Egipto, cuyas leyes prohíben las manifestaciones y niegan la existencia de crisis profundas en el país.
El profesor de Ciencias Políticas, Dr. Hassan Nafaa, tuiteó el sábado: "Parece que la segunda ola de revoluciones de la Primavera Árabe ya ha comenzado, pero esta vez desde Sudán. Argelia se está preparando para moverse, y es probable que otros países árabes lo sigan. Está claro que los pueblos árabes no se han rendido ni se rendirán ante la tiranía y la injusticia social. Esperamos que las fuerzas del cambio aprendan de las lecciones de la primera ola".
"El espíritu de la Primavera árabe sigue ardiendo, y estará más extendido en esta ocasión", afirmó el escritor, opositor y uno de los representante de la Hermandad Musulmana en el Frente Nacional Egipcio, Qutub Al-Arabi.
El poeta Abdul Rahman Yusuf también pronosticó el estallido de una segunda ola de la "Primavera árabe" y declaró en un tweet su opinión donde hablaba de los antagonistas de la "Primavera árabe": "El pueblo argelino está aumentando. No importa cuánto intenten intimidar a los pueblos de la "Primavera Árabe", la nación será liberada. No importa que piensen que estamos derrotados, lograremos la victoria. No importa que algunos de los jóvenes de la revolución se sientan desesperados, siempre habrá nuevas esperanzas.
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Según el Dr. Mahmoud Refaat, presidente del Instituto Europeo de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (EIIR) y ex coordinador de la campaña del detenido teniente general "Sami Anan as president", el pueblo sudanés ha abierto un nuevo camino para la llamada " Primavera árabe ”, y desde allí, se puede decir, que continúa con Argelia tras lo que está sucediendo estos últimos días.
Refaat se dirigió, en un tweet, al ex vicepresidente Mohamed El-Baradei para que tomara medidas y desarrollara un proyecto nacional urgente para salvar a Egipto de la tiranía y su consiguiente injusticia.
El activista Khaled Mansour dijo que lo que está sucediendo en Argelia es una lección para todos los países, explicando que con los comienzos de la “Primavera árabe” de 2011, muchos esperaban la ira de los argelinos debido a la naturaleza de los pueblos del país. Sin embargo, la gente no hizo el más mínimo movimiento. Esto podría explicarse lógicamente por el hecho de que la historia reciente de Argelia y los eventos de la guerra civil argelina han tenido una influencia significativa en la restricción del público ante cualquier posible enfrentamiento.
Khaled Mansour, en una publicación en su página de Facebook, dijo: "El público argelino se ha mantenido tranquilo y silencioso, y siguió refrenando su enfado hasta que Bouteflika apareció recientemente en su silla de ruedas como un esqueleto sin vida para anunciar su candidatura a un nuevo mandato presidencial, dando una imagen del pueblo argelino que lo hace parecer tonto ante el resto mundo, en un incidente sin precedentes. Como resultado, el público argelino se ha enfurecido y cientos de miles de ciudadanos han salido a las calles en una multitud furiosa. No creo que el movimiento de los argelinos sea fácil, suave y silencioso debido a la naturaleza del pueblo argelino, además de los años de ira contenida".
Mansour también explicó que lo que está sucediendo en Egipto no es diferente a lo que sucede en Argelia. Esto se debe a que, en Egipto, también hay una ola de ira contenida, que está aumentando y que nadie sabe cuándo y cómo se manifestará en un movimiento popular o quizás en otras formas de transformación en puntos de ebullición extremos.
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El periodista opositor Tamer Abu Arab señaló que frustrar la primera ola de la "primavera árabe", su denominación y su acusación de traición no fue suficiente para convencer al pueblo de que aceptara la autoridad del representante. Una segunda ola ha surgido en Sudán y luego en Argelia. El periodista agregó que gobernar a los pueblos en el siglo XXI mediante regímenes que pertenecen al siglo XIX es un intento desesperado que todos rechazarán, incluso después de un tiempo.
El presentador de televisión egipcio de Al Jazeera, Mohamed Maher Akl, describió el movimiento sudanés y argelino como una bofetada al "eje del mal" en el mundo árabe.
Akl agregó que la respuesta argelina y sudanesa vino a dar nuevas esperanzas, especialmente le ha dado la luz al estado de crisis que Egipto ha presenciado, como si esta respuesta tranquilizara a los egipcios y les dijera: "Todavía hay esperanza".