Bajo la fuerte presión de los grupos de derechos humanos y los medios de comunicación, Arabia Saudí ha liberado de la pena de muerte a la activista Israa Al-Ghamgham.
En declaraciones a Newsweek el jueves, la Embajada de Arabia Saudí en Londres dijo que "el fiscal de Arabia Saudí está pidiendo una pena de prisión, multas y la confiscación de todo lo que se haya utilizado en sus presuntos delitos".
Un portavoz de la embajada negó posteriormente que el fiscal del Reino hubiera buscado la pena de muerte para Al-Ghamgham.
Al-Ghamgham ha estado detenida desde 2015 tras participar en protestas contra el gobierno en Arabia Saudí. Fue acusada de viajar al extranjero para asistir a cursos sobre organización de mítines y protestas, usar las redes sociales para promover y documentar eventos, y usar grupos de Facebook para difundir vídeos.
"Reemplazar la pena de muerte [sigue] sigue siendo una violación, ya que está acusada de delitos relacionados con la expresión de opiniones pacíficas", dijo a Newsweek Ali Adubisi, director de la Organización de Derechos Humanos de Europa y Arabia Saudí.
Añadió: "Por lo tanto, la solicitud de prisión en lugar de ejecución es una forma de presión continua sobre los activistas pacíficos".
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