Un centro iraquí de defensa de los DDHH ha llamado a las Naciones Unidas a intervenir en Iraq para salvar a miles de civiles que han sido secuestrados y recluidos en prisiones administradas por diferentes milicias o grupos armados.
El Centro para los Derechos Humanos de Bagdad denunciaba así ayer en un comunicado ayer que casi 4.000 civiles han sido secuestrados de la provincia de Anbar, mientras que otros más de 2.000 lo han sido en la provincia de Saladín.
Según el comunicado, estas personas están recluidas "en prisiones secretas administradas por milicias en la zona de Jarf Al-Sakhr, al norte de la gobernación de Babil". Parece ser que estas prisiones secretas son algunas escuelas y casas previamente ocupadas por las milicias y que se convirtieron después en centros de detención.
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La organización, reproduciendo declaraciones de ex detenidos, denuncia que las personas secuestradas están expuestas a terribles formas de tortura y malos tratos por parte de los miembros de las milicias. Y agrega que estas informaciones han sido confirmadas recientemente por Saleh Al-Alwani, de 84 años, que ha sido liberado hace dos días tras pasar casi cuatro años en las cárceles de las milicias.
Al-Alwani fue secuestrado cuando atravesaba un “control de seguridad” en el área del lago Al-Razazah, en la provincia de Karbala.
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