El diario hebreo Yisrail Hayoum ha informado el miércoles de que altos cargos de la seguridad israelí han expresado su preocupación por la posibilidad de que un aumento en los ataques de la población colona extremista contra la población palestina en la Cisjordania ocupada podría conllevar un aumento de la tensión entre comunidades.
"La comunidad palestina está cada vez más agitada por esta cuestión", explicaba el periódico, "y los funcionarios israelíes dicen que a menos que se haga algo para detener este fenómeno las tensiones latentes alcanzarán su punto de ebullición más temprano que tarde". También añade que "numerosas" aldeas y ciudades palestinas han conformado "comités de defensa" para controlar a los vándalos israelíes que pintarrajean graffitis, revientan neumáticos y coches y en ocasiones llegan a intentar atacar a gente o a quemar edificios.
"Los datos muestran que, mientras que en 2017 se registraron 79 ataques tipo “precio a pagar”, en 2018 sólo hasta ahora ya hay registrados 118 incidentes de este tipo". “Precio a pagar” es el nombre que los colonos extremistas han dado a este tipo de ataques contra la población palestina.
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En algunas ocasiones estos ataques, siempre criminales, han llegado a ser mortales. En julio de 2015, por ejemplo, un grupo de colonos extremistas de un asentamiento ilegal de la Cisjordania ocupada atacó la aldea de Duma, cerca de Nablús. Allí incendiaron la casa de la familia de Said Dawabsheh, lo que provocó la muerte del padre de la familia, la madre y un hijo de 18 meses. Otro de los hijos de la familia fue herido de gravedad con quemaduras en una gran superficie de su cuerpo, que requirieron complicados tratamientos.
Pese a que fueron tratadas y el joven Ahmad Dawabsheh puede parecer recuperado, es posible que porte las cicatrices físicas y mentales de este ataque que acabó con su familia por el resto de su vida. Los fanáticos responsables de los tres asesinatos y la situación de este menor, protegidos hasta ahora por la justicia israelí, siguen sin ser juzgados ni condenados, y el estado israelí rechazó considerar este ataque como terrorista y conceder compensaciones.
Según Yisrael Hayoum, a los oficiales de seguridad les preocupa la posibilidad de que alguno de estos criminales israelíes sea atrapado por un grupo de ciudadanos palestinos, caso en que podría estar en peligro de ser linchado. "No cabe duda de que eso sería una espoleta para una importante escalada de la tensión en el terreno".
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