El preso palestino, Khadr Adnan, que sigue huelga de hambre desde hace 57 días, ha dejado ahora de beber agua en protesta por su dentención, según el Comité de Asuntos de los Presos Palestinos.
Adnan, de cuarenta años, tomó la decisión después de que “las fuerzas de ocupación israelíes ignorasen sus demandas de ser liberado y de parar con las detenciones arbitrarias”.
El informe publicado por el Comité explica que la salud de Adnan está muy deteriorada y ahora debe usar una silla de ruedas debido a la excesiva pérdida de peso que ha sufrido.
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Las autoridades israelíes no han respondido a las declaraciones del Comité. Adnan, que lleva detenido desde el 11 de diciembre de 2017, aún no ha sido sentenciado. Las fuerzas de ocupación israelíes le acusan de pertenecer a un grupo yihadista.
En 2012, Adnan comenzó una huelga de hambre que duró 66 días en protesta por una detención administrativa. En 2015, comezó otra que duró 54 días. El palestino, padre de siete hijos, ha sido arrestado en 11 ocasiones y ha pasado un total de 8 años en cárceles israelíes.
De acuerdo a datos oficiales palestinos, hay 6.500 presos palestinos en cárceles israelíes, entre los que se incluyen 350 niños, 62 mujeres y seis abogados. Entre los detenidos también se incluyen 500 personas bajo detención administrativas sin cargos, y 1.800 pacientes, 700 de ellos con necesidad de una intervención médica urgente.
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