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Erdogan: Turquía se enfrenta a una guerra económica

El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan durante la Conferencia de la Cumbre Extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) en el Centro de Congresos de Estambul, Turquía el 18 de mayo de 2018 [Berk Özkan / Agencia Anadolu]

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan negó el sábado que la lira turca estuviera en crisis, atribuyendo la caída en picado de su valor frente al dólar a “fluctuaciones” sin relación con la economía.

Después de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenase doblar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio turcos, Erdogan se refirió al 18% de pérdidas registrado el viernes pasado como una consecuencia de los “misiles” lanzados por los enemigos de Turquía en una guerra económica.

Según Erdogan, los responsables del fallido intento de golpe de estado en 2016 también estarían detrás de los intentos de doblegar a Turquía a través de presiones económicas. Prometió luchar contra ellos, aunque no nombró a ningún país en concreto.

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“Quienes no son capaces de competir con nosotros sobre el terreno han creado tramas ficticias con la moneda, que no guardan ninguna relación con la realidad de nuestro país, con la producción o con la economía real,” advirtió, en el curso de un congreso provincial de su partido celebrado en la ciudad costera de Rize.

“Nuestro país ni se está derrumbando, ni está siendo destruido, ni está en bancarrota o en crisis,” aseguró, señalando que la defensa frente a la “trama de la moneda” pasa por promover la producción y minimizar los tipos de interés.

Desde principios de año, la lira ha perdido más del 40% de su valor con respecto al dólar. La caída se ha visto motivada principalmente por el temor de que Erdogan esté tratando de influir sobre la economía, y sus repetidos llamamientos a reducir los tipos de interés para hacer frente a la inflación. El deterioro de las relaciones con EE.UU. también ha desempeñado un papel.

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Ambos gobiernos han chocado sobre varios asuntos; desde sus intereses enfrentados en Siria, al deseo turco de comprar armamento ruso, pasando por el caso del pastor evangélico Andrew Brunson, que está siendo juzgado en Turquía acusado de terrorismo.

En su discurso, Erdogan también hizo referencia a un supuesto “plazo” para entregar a Brunson, aunque no mencionó explícitamente a EE.UU. ni dijo cuándo tal plazo podría haber expirado. “Nos están amenazando, diciéndonos que tenemos que entregarle antes de las seis de la tarde. Pero éste no es un país cualquiera. Esto es Turquía,” dijo.

La semana pasada una delegación turca visitó Washington para mantener conversaciones, pero regresó a Turquía sin haber obtenido ningún resultado positivo.

Tras haber pasado casi 20 meses en una prisión turca, Brunson fue transferido a arresto domiciliario en julio. Desde entonces Trump y su vicepresidente Mike Pence han tratado de lograr su liberación, mientras Ankara insiste en que la decisión le corresponde a los tribunales.

Como respuestas, Washington anunció la imposición de sanciones contra dos ministros turcos. El viernes pasado, Trump ordenó duplicar los aranceles sobre el acero y el aluminio importados de Turquía.

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