El expresidente egipcio derrocado, Hosni Mubarak, votó ayer en las elecciones presidenciales del país.
Las fuerzas de seguridad formaron un amplio dispositivo alrededor de los colegios electorales en el barrio oriental de Heliópolis, al este de El Cairo, para garantizar la participación de Mubarak en las elecciones.
El portavoz de la Autoridad Electoral Nacional (NEA), Mahmoud El-Sherif, le dijo a Sada Al-Balad que "el voto del ex presidente Mubarak en las elecciones presidenciales es válido siempre que su nombre estuviera incluido en la base de datos de los votantes".
La elección presidencial de Egipto se inició el lunes en todas las provincias del país y concluyó ayer.
Unos 59,078,138 egipcios están registrados para votar en la base de datos del NEA.
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Según el NEA, 18.000 jueces supervisaron las mesas de votación, mientras que unos 110.000 funcionarios trabajaron para asegurar que el proceso de votación fuera seguro.
El presidente egipcio Abdel Fattah Al-Sisi, que busca un segundo mandato, se enfrenta a una escasísima competencia como resultado de la campaña de arresto e intimidación llevada a cabo en el período previo a las elecciones. Moussa Mustafa Moussa, que anteriormente había expresado su apoyo a Al-Sisi, sigue siendo el único candidato que puede evitar que la reelección se ejecute sin oposición.
Los disidentes políticos dicen que las autoridades egipcias han manipulado las elecciones para garantizar la victoria de Al-Sisi.
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