El movimiento kurdo de Siria, respaldado por Estados Unidos, están recibiendo ayuda indirecta en su guerra contra Turquía en la región noroccidental de Afrin de una fuente que nunca hubiéramos imaginado: el presidente Bashar al-Assad.
Las fuerzas progubernamentales y las fuerzas dirigidas por los kurdos se han enfrentado en otras partes de Siria y Damasco se opone a las demandas de autonomía de los kurdos. Pero en Afrin, tienen un enemigo común y un interés mutuo en bloquear los avances turcos.
Turquía, que considera a la milicia kurda del YPG en Afrin como una amenaza en su frontera sur, lanzó el mes pasado un ataque contra la región. Buscando proteger su poder en Afrin, los kurdos pidieron a Damasco que enviara fuerzas para defender la frontera.
El gobierno no muestra señales de hacerlo, pero está proporcionando ayuda indirecta al permitir que los combatientes, civiles y políticos kurdos lleguen a Afrin a través del territorio que posee, según dijeron representantes de ambas partes a Reuters.
La llegada de refuerzos probablemente sustente la resistencia kurda, atasque las fuerzas turcas y prolongue un conflicto que está minando los recursos de las potencias militares que rivalizan con él por el control del territorio sirio.
Para Estados Unidos, es otra complicación más en la guerra de Siria, que ya dura siete años, y un recordatorio de cómo su aliado kurdo-sirio debe a veces hacer tratos con Assad incluso mientras construye lazos militares con Estados Unidos.
Al carecer de protección internacional, las fuerzas lideradas por los kurdos en el norte de Siria dicen que han llegado a acuerdos con Damasco para permitir el envío de refuerzos a Afrin desde otras áreas dominadas por los kurdos: Kobani y la región de Jazeera.
"Hay diferentes maneras de obtener refuerzos para Afrin, pero la ruta fundamental es a través de las fuerzas del régimen. Hay acuerdos entre las dos fuerzas ... por el bien de hacer llegar refuerzos a Afrin", dijo Kino Gabriel, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dominadas por los kurdos.
Mientras que los kurdos dependen de Assad para llegar a Afrin, las fuentes kurdas dicen que también disfrutan de influencia sobre Damasco porque necesita su cooperación para obtener grano y petróleo de áreas del noreste bajo control kurdo.
Un comandante de la alianza militar que lucha en apoyo de Assad dijo: "los kurdos no tienen más opción que la coordinación con el régimen" para defender Afrin.
"El régimen sirio está ayudando a los kurdos con apoyo humanitario y algo de logística, como hacer la vista gorda y permitir el apoyo kurdo para llegar a algunos frentes" según dijo un comandante, que habló bajo condición de anonimato.
El ejército turco está ganando lentamente, casi tres semanas después de la operación que ha denominado Rama de Olivo.
Ankara ve al YPG como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lleva realizando una insurgencia de tres décadas en Turquía y es considerado como un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Estados Unidos ha confiado en el YPG como un componente vital de su guerra contra el Estado Islámico y ha respaldado al grupo en otras regiones manejadas por los kurdos en el norte de Siria a lo largo de la frontera con Turquía.
Pero las fuerzas estadounidenses no están en Afrin, por lo que no han podido proteger la ciudad del ataque de Turquía, su aliado de la OTAN.
Mientras tanto, los kurdos acusan a Rusia de dar luz verde al ataque turco retirando los observadores que desplegó en Afrin el año pasado.
La guerra de Afrin marca otro giro en la historia complicada de las relaciones entre Assad y los grupos kurdos sirios, encabezados por el YPG, que han creado regiones autónomas en el norte de Siria desde que comenzara la guerra en 2011.
El YPG controla casi toda la frontera de Siria con Turquía. Pero Afrin está separada de la región más grande controlada por los kurdos más al este por una zona de 100 km de ancho controlada por el ejército turco y sus milicianos sirios.
Durante gran parte de la guerra, Damasco y el YPG han evitado la confrontación, a veces luchando contra enemigos comunes, incluidos los grupos rebeldes que ahora están ayudando a Turquía a atacar Afrin.
Pero las tensiones han aumentado en los últimos meses, con Damasco amenazando con marchar hacia partes del este y norte de Siria capturadas por el SDF con el apoyo de la coalición liderada por Estados Unidos.
Subrayando que, las fuerzas del gobierno pro sirio atacaron el SDF en la provincia oriental de Deir al-Zor, atrayendo ataques aéreos de la coalición durante la noche que mataron a más de 100 de los atacantes, según comentaron fuentes de la coalición.
"El régimen ha permitido que el YPG mueva personas a Afrin mientras lo ataca al este del Eufrates. Creo que eso es indicativo del estado correcto de las relaciones", dijo Noah Bonsey, un alto analista de International Crisis Group en Siria.
Si bien añadió: "Todavía hay una brecha significativa entre el YPG y las posiciones del régimen en el futuro del noreste de Siria".
Los principales grupos kurdos sirios siguen comprometidos con su visión de una Siria en la que disfruten de autonomía en una forma de federalismo que va en desacuerdo con la determinación de Assad de recuperar toda Siria.
Cada lado ha permitido que el otro mantenga puntos de apoyo en su territorio. En Qamishli, de propiedad kurda, el gobierno todavía controla el aeropuerto. En el distrito Sheikh Maqsoud de Alepo, una ciudad del gobierno, las fuerzas de seguridad kurdas patrullan las calles.
Decenas de kurdos de Sheikh Maqsoud han ido a Afrin para apoyar la lucha, según dijeron funcionarios kurdos. El corto viaje requiere pasar a través de áreas ocupadas por el gobierno o sus aliados de la milicia chií respaldada por Irán.
"Por supuesto que las personas pasaron por Sheikh Maqsoud, en cientos, para llevar armas y defender Afrin", dijo Badran Himo, un funcionario kurdo de Sheikh Maqsoud.
"Alrededor de 10 de ellos fueron martirizados (asesinados)", dijo a Reuters mientras las fuerzas de seguridad kurdas realizaban una concentración para conmemorar a uno de los muertos.
Algunos testigos dijeron a principios de esta semana que un convoy civil de cientos de automóviles se dirigió a Afrin desde otras áreas bajo control kurdo en una muestra de solidaridad.
El gobierno sirio ignoró los llamamientos de las autoridades kurdas para proteger la frontera siria en Afrin.
"Tratamos de convencerlos, a través de los rusos, de proteger al menos las fronteras, de tomar una posición, pero no conseguimos ningún resultado", dijo a Reuters Aldar Khalil, un alto político kurdo.
"Si no protegen las fronteras, al menos no tienen derecho a bloquear el camino para los patriotas sirios que están protegiendo estas fronteras, independientemente de otros asuntos internos".
Leer: Las razones que se esconden detrás del apoyo estadounidense a las YPG
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