El paso de Rafah continúa cerrado, llegando ya a más de 100 días sin libre apertura para el paso de personas y mercancías. Las consecuencias del cierre y el aislamiento son cada vez más palpables en la vida de los ciudadanos gazatíes que esperan que Egipto cumpla con su promesa de abrirlo para las celebraciones del fin de Ramadán.
Quds Press recuerda que el paso está cerrado en las dos direcciones desde marzo de 2017, exceptuando cuatro días que estuvo abierto para permitir el paso desde Gaza.
A principios de año, el paso permaneció cerrado durante 160 días seguidos. Durante los cuales se abrió, en ambas direcciones, durante diez días.
Este cierre de 103 días consecutivos es el más largo desde que se impuso el bloqueo sobre la Franja de Gaza hace ya 11 años.
Desde entonces, Gaza sufre un asedio impuesto y vigilado por Israel y el paso de Rafah es la única vía de comunicación con el exterior. Desde hace cuatro años, Egipto lo cierra con frecuencia durante periodos largos, empeorando, si cabe, la situación de los ciudadanos y ciudadanas de Gaza.
Los pacientes graves y los estudiantes consiguen normalmente permisos para pasar de un lado a otro del paso, aunque en ocasiones éstos sufren retrasos o limitaciones en función de consideraciones de seguridad de las autoridades egipcias o por presión de Israel.
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