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El ejército iraquí pide a los civiles que abandonen la ciudad vieja de Mosul

La distribución de estos panfletos, anunciada en una declaración militar iraquí, parece indicar que la ofensiva definitiva para desalojar a los terroristas de Daesh de su enclave en la ciudad norteña de Irak es inminente.
El humo se levanta sobre la ciudad durante los enfrentamientos entre las fuerzas iraquíes y los militantes de Daesh, en Mosul, Irak, 25 de marzo de 2017 [REUTERS / Khalid al Mousily]

La fuerza aérea iraquí lanzó ayer panfletos exhortando a los residentes de la ciudad antigua de Mosul a huir de la misma, provocando temores entre los grupos humanitarios por la seguridad de los civiles.

La distribución de estos panfletos, anunciada en una declaración militar iraquí, parece indicar que la ofensiva definitiva para desalojar a los terroristas de Daesh de su enclave en la ciudad norteña de Irak es inminente.

La operación militar sobre Mosul, respaldada por Estados Unidos e Irán, que entra ahora en su octavo mes, ha tardado más de lo previsto en desarrollarse porque los yihadistas de Daesh han seguido una estrategia de defensa a ultranza de la ciudad, empleando trampas, coches y motos bomba, francotiradores y fuego de mortero, que han ralentizado el avance de las tropas iraquíes.

También ha sido una campaña marcada por la brutalidad y las atrocidades cometidas por las fuerzas que aspiran a a liberar Mosul de los yihadistas, incluidas unidades del ejército iraquí, unidades especiales de la policía y grupos sectarios chiíes que luchan bajo la bandera de las Fuerzas de Movilización Popular, (PMF). Las fuerzas regulares iraquíes han sido acusadas de perpetrar torturas, secuestros, violaciones y asesinatos.

Los civiles atrapados detrás de las líneas de Daesh también se enfrentan a una situación desgarradora, con escasez de comida y agua, sin electricidad y acceso limitado a los hospitales.

"Los aviones de la fuerza aérea iraquí arrojaron cientos de miles de folletos hace poco en las áreas no liberadas ... urgiendo a los ciudadanos a huir por corredores seguros", se lee en un comunicado militar iraquí.

Un residente de Farouq, un barrio de la Ciudad Vieja, explicaba desesperado en una entrevista telefónica:

Estamos esperando la muerte en cualquier momento, ya sea por una bomba o por el hambre (...) Los adultos comen una comida al día, ya sea harina o sopa de lentejas.

Condiciones humanitarias extremas

El grupo humanitario Oxfam dijo que la distribución de estos pasquines sugieren que el movimiento de las fuerzas iraquíes en la Ciudad Vieja de Mosul es inminente. Save the Children, otra organización humanitaria, publicó una declaración diciendo:

Save the Children está profundamente preocupada por el hecho de que cualquier llamamiento a abandonar el oeste de Mosul signifique que los civiles, en particular los niños, estén en grave peligro de caer atrapados en el fuego cruzado.

Los militantes han colocado láminas de metal sobre las piedras en los callejones como un sistema de alerta, advierten los residentes. El ruido que se produce al pisar sobre el metal les alerta de cualquier movimiento de tropas o civiles tratando de escapar.

Naciones Unidas previó la semana pasada que hasta 200.000 personas más podrían huir de Mosul mientras los combates se trasladan a la Ciudad Vieja.

Los residentes dijeron que el mijo, usualmente utilizado como pienso para las aves, se está cocinando como arroz, ya que los precios de los alimentos se ha multiplicado por diez en la ciudad. La gente se está viendo obligada a recolectar plantas silvestres y a comer hojas de morera y otros tipos de plantas ante la escasez total de alimentos.

Cerca de 700.000 personas, aproximadamente un tercio de la población de la ciudad antes de la guerra, ya han huido, buscando refugio en campamentos de refugiados con condiciones insalubres, o con amigos y parientes si son afortunados.

Fuerzas iraquíes bajo control iraní

El primer ministro iraquí Haider Al-Abadi esperaba inicialmente que Mosul fuera totalmente reconquistada a finales de 2016, pero desde entonces ha repetidamente fallado en retomar la ciudad a pesar de numerosas promesas y plazos auto-impuestos.

Los comandantes militares iraquíes habían expresado su esperanza de tomar el control de la Mezquita del Gran Al-Nuri de la Ciudad Vieja, desde la cual el líder de Daesh, Abu Bakr Al-Baghdadi, declaró el "califato" antes del mes de ayuno del Ramadán de 2014. Sin embargo, han fracasado en sus intentos.

Se espera que la insurgencia extremista suní siga operando en la región desértica a lo largo de la frontera con Siria, incluso aunque Mosul sea totalmente liberado.

Las fuerzas paramilitares chiíes respaldadas por Irán están luchando contra Daesh en la parte del país donde se cree que Al-Baghdadi se esconde, según funcionarios estadounidenses e iraquíes.

Los paramilitares iraquíes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), mayoritariamente chiíes, están teóricamente bajo el mando de Al-Abadi, pero al parecer obedecen órdenes del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC).

El viernes, las FMP anunciaron que había capturado la base militar de Sinjar, cortando el camino entre dos ciudades que permanecen bajo el control de Daesh al oeste de Mosul, Tal Afar y Ba'aj, y acercándose a la frontera siria.

El gobierno iraquí dirigido por los chiíes tiene como objetivo controlar la frontera en coordinación con el ejército de régimen respaldado por Irán del presidente sirio, Bashar Al-Assad. Tomar Ba'aj es parte de un plan iraní para crear una ruta terrestre desde Irán hasta la costa mediterránea siria en Latakia.

Unir los dos lados de la frontera también daría a Al-Assad, respaldado por Irán, una ventaja significativa en la lucha contra los rebeldes sirios, que se enfrentan a su gobierno desde el inicio de los levantamientos de la Primavera Árabe.

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