El Comité Palestino de Asuntos de los Presos exigió que los presos palestinos que alcanzaron este domingo su 28º día en huelga de hambre en las cárceles israelíes fueran hospitalizados, ya que su estado de salud continuaba empeorando.
Issa Qaraqe, jefe del Comité, afirmó que los presos en huelga de hambre necesitan ser llevados a los hospitales con urgencia para que reciban tratamiento, bajo la supervisión de los médicos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Qaraqe dijo que la negativa de las autoridades israelíes a hospitalizar a los prisioneros, prefiriendo continuar manteniéndolos en régimen de aislamiento en "condiciones inhumanas", es una violación del derecho internacional.
El Comité condena al Servicio Penitenciario de Israel por su indiferencia por la vida de los prisioneros en huelga a medida que su salud empeora y lo criticó por su “fracaso para responder a las justas demandas de los prisioneros y su negativa a entablar negociaciones con los líderes de la huelga de hambre ". Los prisioneros palestinos demandaba que se pusiera fin a la prohibición de recibir visitas familiares, así como exigen el derecho a poder matricularse en educación superior, a la atención y tratamiento médico adecuado y al cese del aislamiento y la detención administrativa (encarcelamiento sin cargos ni juicio).
Qaraqe pidió al CICR que publicara un informe detallado sobre el estado de salud de los prisioneros y que adoptase de inmediato medidas para proteger a los prisioneros contra los malos tratos y abusos perpetrados por las autoridades del Servicio Penitenciario Israelí.
Los presos han sido enviados a celdas de aislamiento y también se han enfrentado a agresiones físicas, torturas psicológicas, la confiscación de sus enseres personales y toda agua potable, entre otras medidas humillantes y violentas que llevó a que unos 1.500 prisioneros se negasen a comer el 17 de abril. Hasta el viernes, 1.300 palestinos seguían participando en la huelga, según Qaraqe.
Qaraqe también pidió al CICR que presione a Israel para que responda a las demandas de los prisioneros, enfatizando que la responsabilidad recae sobre el CICR en su calidad de organización humanitaria para garantizar un trato humano a los prisioneros de acuerdo con las convenciones internacionales de derechos humanos.
El CICR es percibido con frustración por su incapacidad para mejorar las condiciones de encarcelamiento en las prisiones israelíes, ya que prioriza el mantenimiento de su papel de "mediador humanitario imparcial" y se enfrentó a críticas el año pasado al reducir el número de visitas mensuales que pueden realizar los familiares de los prisioneros palestinos.
Qaraqe concluyó su declaración ofreciendo sus condolencias a la familia de Saba Abu Ubeid, de 23 años, que fue asesinado por las fuerzas israelíes el viernes tras los enfrentamientos durante una marcha en apoyo a los palestinos en huelga de hambre.
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