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Hamás esboza su visión para la Palestina del siglo XXI

Miles de personas se reúnen para celebrar el 29 aniversario de la fundación de Hamás en Khan Yunis, Gaza, el 11 de Diciembre de 2016 [Ali Jadallah / Agencia Anadolu]

Cien años de opresión no han disminuido ni acabado con la esperanza palestina de libertad. A lo largo de este año 2017, se conmemora el 100º aniversario de la Declaración Balfour, que inició su desgracia. La conmemoración versa sobre el pasado, pero también sobre el futuro. En este contexto, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás (acrónimo árabe que significa "fervor") ha publicado su nuevo Documento de Políticas y Principios Generales.

Cuando Hamás emitió su primera Carta constitutiva en Agosto de 1988, los territorios ocupados estaban plenamente involucrados en la Primera Intifada (levantamiento). En aquel entonces, tanto el contenido como el tono de este mensaje eran, en gran medida, para sus seguidores y la “generación que lanza piedras”, que se había levantado contra la ocupación. Treinta años después, las cosas han cambiado drásticamente. La ocupación se ha vuelto más sofisticada y se ha transformado en un sistema de apartheid. Por lo tanto, se necesita un nuevo marco político para que vuelva no sólo la esperanza, sino una dirección a seguir por el pueblo palestino.

Líderes de Hamás en la Franja de Gaza asisten a una reunión para abordar las nuevas visiones y políticas de Hamás. En Doha, Qatar, el 1 de Marzo de 2017 [Mustafa Hassona /Agencia Anadolu]

Al margen de su línea política, Hamás se ha posicionado firmemente para ocupar la posición de cierta autoridad moral que han dejado vacante otras fuerzas nacionales. Los líderes que negociaron los malogrados Acuerdos de Oslo hace dos décadas aún siguen en el poder; aunque ahora están desacreditados y grandes sectores de la sociedad palestina no confían en ellos. A pesar de haberlo hecho lo mejor que podían, parecen incapaces de librarse de la imagen de una élite corrupta y egoísta.

Los palestinos anhelan, y con razón, un liderazgo integral e inclusivo; uno que honre sus sacrificios, respete su voluntad y busque conseguir sus derechos legítimos con sinceridad. Con todo esto en mente, Hamás ha enmarcado cuidadosamente su Documento de Políticas Generales en un lenguaje que puedan aceptar todos los palestinos, de todas las convicciones políticas y creencias religiosas. Aunque afirman la voluntad de reconocer un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, Hamás sigue comprometido con su objetivo de una Palestina libre, desde Naqurra, en el norte, hasta Rashrash, en el sur; y desde el Río Jordán, al este, al Mar Mediterráneo, al oeste.

Sin duda, algunos podrían argumentar que este nuevo documento era necesario desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, la verdad es que, a lo largo de los años, Hamás ha demostrado su capacidad de criticar sus propias posiciones políticas y explorar opciones que no estaban contempladas en su Carta constitutiva, siempre y cuando no comprometan los intereses nacionales. Esto se vio cuando Ahmad Yassin propuso desde prisión un cese a largo plazo de las hostilidades (hudnah) con Israel por primera vez, en 1994.

En 1997, declaró a Associated Press que Hamás aceptaría una tregua de 10 años si Israel retiraba a sus tropas y a sus colonos de toda Gaza y Cisjordania.

Imagen del Dr. Abdel Aziz Rantissi [AkunBojonggede / Twitter]

De la misma forma, el doctor Abdel Aziz Rantissi, otro de los padres fundadores del movimiento, declaró a Reuters el 27 de enero de 2004: “Aceptamos un Estado en Cisjordania, incluyendo Jerusalén y la Franja de Gaza. Proponemos una tregua de 10 años a cambio de la retirada [israelí] y el establecimiento de un Estado.” Dos años después, en mayo de 2006, estas mismas ideas fueron adoptadas en el documento que acabó por conocerse como el Documento de Conciliación Nacional de los prisioneros palestinos. Fue firmado por representantes de las cuatro mayores facciones palestinas: Marwan Barghouthi de Fatah, Sheikh Abdel Khaliq Al-Natsche de Hamas, Shaikh Bassam Al-Saadi de la Yihad Islámica y Abdel Rahim Malouh del FPLP.

Muchos de los puntos contenidos en el Documento de los Presos - como la aceptación de un Estado dentro de las fronteras de 1967 con Jerusalén como capital, el derecho al regreso de los refugiados y el derecho a la resistencia – están ahora recogidos en el nuevo Documento de Políticas Generales de Hamás. Además, al firmar el Documento de los Presos, Hamás demostró la voluntad de formar parte de un proyecto nacional que garantice los derechos de todos los palestinos y no sólo de sus partidarios.

Desde que la cadena de TV libanesa Al-Mayadeen publicó un borrador filtrado del nuevo documento, los más cínicos no han perdido ni un segundo para buscar contradicciones y compromisos. Además del asunto de un Estado dentro de las fronteras de 1967, señalan el hecho de que, mientras la Carta constitutiva identificaba al movimiento como una extensión de los Hermanos Musulmanes, este nuevo Documento de Políticas Generales no hace mención alguna, si bien tampoco niega sus vínculos ideológicos con los Hermanos. En cuanto a cualquier supuesta conexión organizacional y la coordinación de estrategias políticas dentro de un liderazgo unificado, nunca fue así. De hecho, algo que Hamás sí hace en este nuevo documento es identificarse como un movimiento de liberación nacional.

El Hamás de 2017 es una organización muy distinta de la que era a finales del siglo XX. Hoy en día, para bien o para mal, se encuentra en una posición desde la que tiene que administrar la Franja de Gaza y proporcionar empleo y servicios sociales a sus dos millones de habitantes. Su posición regional e internacional también ha cambiado. Por lo tanto, tiene que afrontar todos los desafíos que ello conlleva. El principal de ellos es mantener la adhesión a sus posiciones políticas estratégicas, como el derecho a resistir, el no reconocimiento de Israel y la adhesión a la liberación del Mandato británico de Palestina. A su vez, tiene que evitar ser lisiado por el dogma ideológico.

El nuevo Documento de Políticas Generales es un intento de hacer justo esto. Su finalización demuestra una honestidad para reconocer y corregir errores. Por ejemplo, en 1988, la Carta constitutiva enmarcó el conflicto en estas palabras: “Nuestra lucha contra los judíos es grande y seria.” Esto es manifiestamente incorrecto; además de racista. El conflicto siempre ha sido entre el pueblo palestino y los colonizadores sionistas que conquistaron Palestina y ahora la ocupan.

La Carta de Hamás fue escrita en el último cuarto del siglo XX. La política no es estática en ninguna parte; y, sin duda, tampoco en Palestina. Las condiciones cambian rápidamente. La región más amplia está en un estado de flujo continuo, donde se forman y se rompen alianzas. Al dar este paso y escribir su nuevo Documento de Políticas y Principios Generales, Hamás está exponiendo su visión para la Palestina del siglo XXI. Una visión que guíe y permita al pueblo palestino liberar sus tierras y disfrutar de la seguridad y la libertad que se merece. Es una visión y un marco para crear oportunidades que, en última instancia, conducirían al control y al desarrollo de sus recursos naturales, así como a aprovechar su pleno potencial humano.

¿Hay acaso alguna justificación para negarles a los palestinos estos derechos humanos fundamentales?

 

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Dr Daud Abdullah

El Dr. Daud Abdullah es el director de Middle East Monitor/Monitor de Oriente

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