China ha protestado contra las nuevas sanciones contra Irán introducidas la semana pasada por el gobierno estadounidense, días después de que la Casa Blanca pusiera a Irán "sobre aviso" tras la realización de una prueba con misiles balísticos y otras actividades por parte de Teherán.
China dijo hoy que ha "presentado sus quejas" contra Estados Unidos sobre la nueva lista de sanciones de Washington dirigidas contra Irán, que incluye a compañías e individuos chinos, según informó Reuters.
Las sanciones contra 25 personas y entidades impuestas el viernes por la administración del presidente Donald Trump, se produjeron dos días después de haber puesto a Irán "sobre aviso" acerca de la prueba de misiles balísticos.
Los afectados por las sanciones no podrán acceder al sistema financiero de Estados Unidos ni tratar con compañías estadounidenses, y están sujetos a sanciones secundarias, lo que significa que las compañías extranjeras y los individuos tienen prohibido tratar con ellos o arriesgarse a ser puestos en la lista negra por Estados Unidos.
La lista incluye dos compañías y tres magnates chinos, aunque tan solo uno de ellos fue señalado como ciudadano chino por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Se trata de una persona llamada Qin Xianhua.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, dijo que Pekín había presentado una protesta contra Washington, y que esas sanciones, especialmente cuando perjudicaban los intereses de un tercero, no eran "útiles" para promover la confianza mutua.
"Siempre nos hemos opuesto a las sanciones unilaterales", dijo Lu en una rueda de prensa.
Los ejecutivos de dos compañías chinas incluidas en la lista dijeron ayer que sólo habían exportado mercancías "normales" al país de Oriente Medio y no consideraron haber hecho nada malo.
China se ha mostrado enfadada en el pasado por lo que llama "sanciones unilaterales" impuestas a las empresas chinas por parte de Estados Unidos, así como por otras en relación con Irán o sobre las ambiciones nucleares de Corea del Norte.
China tiene estrechos vínculos económicos y diplomáticos con Teherán, y también fue esencial a la hora de impulsar el acuerdo histórico en 2015 para frenar el programa nuclear persa.
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