Cedric Herrou, un agricultor francés, ha sido llevado a juicio por ayudar a varios inmigrantes a cruzar la frontera entre Italia y Francia, proporcionándoles alojamiento. Si es condenado, Herrou se enfrenta a 5 años en prisión y a una multa de 30.000€.
Afortunadamente, el agricultor es blanco de nacionalidad francesa lo que facilita el apoyo de la opinión pública a favor de su causa. En el caso de haber sido negro o de alguna confesión religiosa menos prestigiosa, hubiese corrido el riesgo de ser acusado de terrorista o de pertenencia a cualquier grupo o mafia.
El fiscal ha pedido una sentencia suspendida de 8 meses. Más de 300 personas se reunieron para mostrar su apoyo a Herrou enfrente del Tribunal de Justicia de Niza, donde está siendo juzgado.
Cuando fue entrevistado, Herrou dijo:
No es mi obligación distinguir a personas blancas o negras, con o sin papeles. No es mi trabajo. Yo me dedico a la agricultura, mi trabajo es alimentar a las personas, y es lo que hago.
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