El ejército sirio atacó esta semana la última clínica médica de la sitiada ciudad de Madaya, según informó el domingo la Red Siria por los Derechos Humanos. Fuerzas pro-régimen, incluyendo combatientes de Hezbollah provenientes del Líbano, estuvieron implicados en el ataque. La red afirma que bombas de barril, morteros y cohetes tierra-tierra fueron disparados contra la clínica desde los puntos militares de control que rodean la ciudad.
Según el informe, la ofensiva ha destruido gran parte de la infraestructura de Madaya y ha matado al menos a ocho personas, entre ellas tres niños y dos miembros de la defensa civil. Además, al menos 58 personas han resultado heridas, entre ellas dos civiles; 36 de los heridos están en estado crítico.
Los residentes locales en Madaya han dicho que el asalto es una "represalia" contra los grupos armados de la oposición, que durante los últimos días han estado bombardeando las ciudades de Kafrayya y Al Fou'a, leales al gobierno, después del intensificación del bombardeo de las fuerzas gubernamentales sobre la provincia de Idlib, aún controlada por la oposición.
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