Portuguese / Spanish / English

Oriente Medio cerca de usted

¿Tiene Estados Unidos como objetivo la división de Turquía?

Los tres principales partidos políticos de Turquía, incluyendo el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AK), el Partido Popular Republicano (PCCh) y el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) se unieron para un mitin por la democracia el 8 de agosto de 2015

Con el regreso de las explosiones terroristas en las calles de Turquía y la persecución tanto de oficiales de seguridad como de civiles inocentes en Estambul, se sospecha que alguien está desafiando la seguridad del país. El siguiente objetivo será la economía turca, a través de la política. En resumen, el objetivo no es sólo asesinar a personal de seguridad y civiles, sino la implementación de un plan que tiene como blanco a todo el país. Los partidos que se encuentran detrás de este plan no hacen distinción entre Estado y gobierno. Puede que el Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) esté gobernando, pero no está aceptado del todo por los Estados democráticos, y, después de todo, fue el pueblo quien eligió el parlamento, el gobierno y el primer ministro.

¿Por qué se está persiguiendo así a Turquía? Ha afrontado muchos retos en los últimos tres años, empezando por las protestas sobre el medio ambiente en la plaza de Taksim, que pronto se convirtieron en protestas políticas que trataron de derrocar al AKP, sin éxito. Poco después, el AKP fue amenazado tanto en las elecciones presidenciales como parlamentarias en 2013, 2014 y 2015, cuando el pueblo turco apoyó al partido a pesar de los esfuerzos de aquellos enemigos de la democracia en Turquía. Los votantes apoyaron al presidente Recep Tayyip Erdogan frente a varios partidos de la oposición en coalición con el movimiento gülenista y a pesar de las llamadas estadounidenses y europeas, que trataban de desacreditar al AKP.

Ninguno de los fracasos a la hora de amañar las elecciones evitaron que los enemigos de Turquía tratasen de cambiar el curso político del país mediante un golpe de Estado militar en julio. Su fracaso tampoco les ha impedido intentar imponer un régimen de cambio. Sin embargo, ahora se centran en intentar dañar la economía. EE.UU. y Europa han ahuyentado a los inversores extranjeros, lo que dificulta que Turquía se recupere. Sin embargo, los intentos de destrozar el país mediante golpes económicos también han fracasado. Erdogan animó a su pueblo a comprar más liras y oro, y no a invertir en otras monedas. Señaló que el objetivo es el pueblo turco, y respondieron de modo intransigente y admirable.

Una respuesta popular y gubernamental así demuestra que la mayoría de la gente es consciente de que su batalla es contra los Estados occidentales, que quieren que Turquía siga a merced de sus decisiones tanto económica como políticamente, en lugar de que sea un socio militar importante en la OTAN. Esta clase de situación fue afrontada por gobiernos turcos anteriores en el siglo XX, cuando el país necesitó de Occidente para ayuda militar, económica y política. Aunque sus predecesores en el gobierno han aceptado que Turquía sea un objeto en manos de Occidente, el AKP no comparte esta filosofía política, de ahí la respuesta de Occidente de inducir un cambio en el poder en Turquía. Prueba de esto son los numerosos intentos de derrocar a Erdogan.

Ahora, el principal problema de Turquía es que tiene que luchar por conservar el derecho a tomar sus propias decisiones políticas independientes. La lucha no es la de Erdogan, a pesar del papel que está jugando EE.UU. en Turquía o de si las interferencias llegan desde partidos políticos, el movimiento Gülen, el Daesh o afiliados del PKK.

La cooperación entre estos grupos ayuda a EE.UU. y a Europa a perseguir a Turquía sin reconocerse a ellos mismos como enemigos claros del país. Sin embargo, documentos de Wikileaks muestran que Hillary Clinton se reunió en 2014 con cuatro ex embajadores de EE.UU. en Ankara y, supuestamente, expresó su preocupación acerca de la lenta pero segura adopción de los principios islámicos en Turquía, y la necesidad de tomar ciertas medidas para proteger los intereses de EE.UU. En otra ristra de deliberaciones estadounidenses, Clinton también dijo que el problema con Turquía es cómo se ve a Erdogan en las relaciones entre Turquía y EE.UU., así como la forma en la que él mismo mira esta misma relación. Supuestamente, Clinton declaró que "EE.UU. necesita a Turquía más de lo que Turquía necesita a EE.UU.". Aparentemente, varios analistas americanos creen que se debe trabajar para fomentar los puntos de vista opuestos a aquellos que promueve Erdogan. Entre las medidas sugeridas hay operaciones internas como el golpe de Estado militar, llevado a cabo por aliados de EE.UU. en Turquía, ente ellos organizaciones domésticas, incluso aunque esto amenace la estabilidad de Turquía y lleve a su división.

Las sospechas acerca de la sinceridad occidental surgieron cuando condenaron los bombardeos en Estambul el 10 de diciembre, en los que murieron 38 civiles inocentes y causaron docenas de heridos, debido a que Occidente condenó los ataques, pero no las organizaciones que los provocaron. El portavoz de la Casa Blanca, Ned Price, declaró que Estados Unidos se solidariza totalmente con Turquía, su aliado en la OTAN, y condena toda acción terrorista que amenace la estabilidad de Ankara o de Washington. Sin embargo, no condenó al Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), sospechoso de ser responsable de los ataques. En el pasado, Turquía ha condenado a aquellos que han atacado EE.UU. y les ha colocado en la lista de vigilancia terrorista. ¿Por qué Estados Unidos no ha hecho lo mismo por Turquía? Quizás es más pertinente preguntarse por qué Estados Unidos aún arma y financia a estos grupos. Si pretenden representar a los kurdos de Turquía, también son culpables de explotar guerras en la región.

Un análisis de estas agresiones a Turquía, incluido el último intento de golpe de Estado militar, demostraría que EE.UU. está llevando a cabo su plan de división de la República de Turquía. Estados Unidos utiliza estas organizaciones terroristas y grupos pro-golpe de Estado para conseguir su objetivo. Washington ya lo ha hecho en Irak, Yemen, Libia y otros lugares, y cree que su plan también tendrá éxito en Turquía. Ha encontrado en algunos grupos turcos aliados con sus mismos objetivos, pero, ¿no ven que están meramente jugando el papel de traidores y secuaces de Estados Unidos? ¿Saben sus miembros y sus aliados que están ayudando a los enemigos de Turquía? La invasión de EEUU de Irak en 2003 no llevó a la paz, la estabilidad y la libertad, así que, ¿por qué iban los intentos de EE.UU. traer al pueblo turco otra cosa que no sea muerte y destrucción?

Categorías
ArtículosArtículos de OpiniónAsia y AméricaEuropa y RusiaTurquíaUS
Show Comments
Show Comments

Mantente actualizad@

Subscríbete para recibir nuestros boletines