El sindicato estudiantil más grande y de más importancia de Reino Unido se ha posicionado oficialmente a favor de la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), un gran triunfo para los activistas solidarios con Palestina.
El Senado del Sindicato Estudiantil de la Universidad de Manchester votó el jueves a favor de una moción apoyando al BDS. La moción obtuvo un apoyo del 60% del Senado, seguida de un intenso debate.
La moción fue presentada por Huda Ammori, presidente de la Sociedad de Reconocimiento de los Derechos de los Refugiados; y contó con el apoyo de Etisha Choudhury, presidente de Acción Palestina y del Comité de la Campaña BDS.
En las tres semanas previas a la reunión del senado la semana pasada, más de 15 académicos y 250 estudiantes firmaron una petición a favor de las demandas de los activistas de la campaña.
Según los activistas, la campaña en Manchester "pretende conectar nuestra universidad con este movimiento global por la justicia y la igualdad, y le pide a la administración de la universidad que corte sus lazos con instituciones cómplices de los abusos de los derechos de los palestinos".
En concreto, la campaña pide que la universidad "venda sus 15 millones de libras de inversión en compañías involucradas con crímenes de Israel contra el pueblo palestino", incluyendo acciones en Caterpillar, cuyas excavadoras son utilizadas por el ejército israelí para demoler hogares palestinos.
Los estudiantes declaran que "estas inversiones son una violación de la propia Política Ética de Inversión de la universidad, que pretende eliminar las inversiones en compañías ligadas al abuso de los derechos humanos."
Una segunda petición es que la universidad corte su relación con Technion, una universidad israelí ligada con la industria armamentística de Israel, donde se realizan investigaciones sobre armas de fuego que después son utilizadas contra los palestinos.
La Unión de Estudiantes Judíos (UJS), que se manifiesta en contra de la campaña del BDS y contra el activismo solidario hacia Palestina; declaró que estaba "increíblemente decepcionada" por la votación, y afirmó que el procedimiento "dejó a muchos estudiantes judíos angustiados."
Otro activista pro-Israel declaró que los estudiantes judíos que se opusieron al BDS en la reunión del senado estaban ""rogando" por su seguridad en el campus", aunque no dieron evidencia de que el apoyo del sindicato al boicot a Israel tendría implicaciones en la seguridad de los estudiantes judíos, pues el BDS no es un movimiento contra el judaísmo o los judíos sino contra el sionismo.
Mientras celebraban el resultado, los activistas del BDS en Manchester han prometido que su campaña "no terminará hasta que la universidad se despoje de unos 15 millones de libras invertidas en compañías que facilitan los crímenes de guerra con Israel" y corten sus vínculos con Technion.
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