El ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, ha confirmado que en torno a las 22.30 horas (hora turca) se han producido dos explosiones en las inmediaciones del estadio de fútbol del Besiktas, en Estambul, hora y media después de que finalizara un partido entre este club y el Bursasport. Hasta ahora se han confirmado 13 muertos y más de 20 heridos, aunque es previsible que estas cifras puedan variar según vaya avanzando la noche.
Si bien los aficionados de ambos equipos ya habían abandonado el lugar (ambos clubes han emitido un comunicado confirmando que sus hinchadas se encuentran a salvo), se sospecha que las víctimas podrían ser los agentes de policía encargados de la seguridad del estadio.
La incógnita radica ahora en la autoría del atentado. Las principales sospechas se dirigen tanto hacia los grupos nacionalistas kurdos, como el brazo armado del PKK, (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) o la organización TAK (Halcones del Kurdistán Libre), como hacia las células de Daesh, cuyo portavoz llamó recientemente a sus simpatizantes a atentar contra intereses turcos.
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