Los presos palestinos en huelga de hambre, Anas Shadid y Ahmad Abu Farah, corren el riesgo de una "muerte súbita", según advirtió el jefe del centro médico israelí donde fueron tratados.

El jefe del Centro Médico, Assaf HaRofeh, presentó un informe a la Corte Suprema de Israel en el que se indicaba que Shadid y Abu Farah estaban siendo tratados en la unidad de cuidados intensivos y se enfrentaban al riesgo real de que pudieran producirse daños graves a sus órganos vitales, discapacidad permanente o incluso muerte súbita.

Shadid y Abu Farah, de 20 y 29 años, han estado en huelga de hambre por 68 y 69 días, respectivamente, en protesta por ser puestos bajo detención administrativa -una política israelí de prisión sin cargos o juicio alguno, basada en evidencias no reveladas-.

El Comité Palestino de Asuntos de Presos declaró el sábado que ambos habían entrado en coma y habían perdido parcialmente o completamente su capacidad de respirar, hablar, beber y oír. El comité también advirtió que las autoridades israelíes habían amenazado con obligar a alimentar a ambos huelguistas de hambre.

Un tribunal israelí suspendió temporalmente las órdenes de detención de los prisioneros el 18 de noviembre debido a su deteriorado estado de salud, según la red de solidaridad de prisioneros palestinos Samidoun. Sin embargo, los huelguistas de hambre han seguido rechazando la comida hasta que sean completamente liberados de la detención y transferidos a un hospital palestino.

Decenas de prisioneros palestinos han iniciado huelgas de hambre en el último año para protestar contra varias cuestiones, sobre todo la detención administrativa.

Grupos de derechos humanos afirman que la política de detención administrativa de Israel se ha utilizado como un intento de perturbar los procesos políticos y sociales palestinos, especialmente dirigidos a políticos, activistas y periodistas palestinos.

Según Addameer, a partir de octubre, 7000 palestinos habían sido detenidos en prisiones israelíes, de los cuales 720 estaban procesados.